El Centro de Investigaciones Sociales y Económicas (CISE) de la Fundación Libertad, realizó un informe que manifiesta la delicada situación que atraviesan las familias, la producción y el empleo, desde el 20 de marzo, fecha en la comenzó a regir la cuarentena obligatoria.
Aquí algunos de los resultados que más llaman la atención:
1- Producción
La industria manufacturera ha sido ha sido uno de los sectores más afectados a causa del aislamiento obligatorio impuesto por el gobierno. El Índice de Producción Industrial Manufacturera (IPIM) presentó en marzo de 2020 un 17% de disminución respecto al mes anterior y de 16,8% en relación a marzo del año anterior. El retroceso más grande fue el que experimentó el rubro de Productos minerales no metálicos (-40,7%). En el caso de la industria automotriz el panorama fue muy sombrío debido a que en el mes de abril no se fabricó ni un solo vehículo.
Incluso actividades consideradas esenciales para sobrellevar la pandemia, como la producción de alimentos y bebidas han sido afectadas negativamente, en orden al -2%, por las estrictas medidas de confinamiento.
El retroceso de la industria ha sido aún mayor en las pymes, según el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP), su producción ha caído un 28,8% interanual en marzo.
2- EMPLEO Y FAMILIAS
El encierro obligatorio ha provocado disminuciones, en muchos casos sustanciales, en los salarios de los trabajadores. Sea porque pertenecen al sector informal y necesitan de su trabajo diario para obtener sus ingresos, o incluso siendo parte del sector formal, vía disminución de sueldos, suspensiones, reducción de horas de trabajo o despido, entre otras.
Según el CEPA, entre el 15 de marzo y el 15 de abril, se multiplicaron los despidos y las suspensiones, afectando a más de 300 mil trabajadores. Del total de afectados, 230 mil corresponden a convenios patronales/gremios para reducir salarios, 54 mil a reducciones de haberes, casi 16 mil suspensiones, más de 5 mil despidos y alrededor de 3 mil atrasos en pagos de salarios.
Cabe destacar que el 80% de las familias terminaron el mes de abril con deudas, las cuales en promedio ascienden a $150 mil pesos. Las mismas se componen en un 70% de deudas bancarias y el 30% restante no bancaria, por el retraso en el pago de servicios (luz, gas, agua, etc.) e impuestos, entre otras razones.
Sumado a esto, la creciente inflación repercute desfavorablemente en los gastos que deben realizar las familias para subsistir. Un hogar clásico de 4 integrantes (2 adultos y 2 menores), necesita de $41.995 para cubrir la Canasta Básica Total (CBT). Teniendo en cuenta que el salario mínimo en Argentina se aproxima a los 17 mil pesos, aún con ambos adultos del hogar trabajando por un salario mínimo, tampoco les alcanzaría para cubrir la CBT sin algún plan social u otro tipo de ayuda complementaria. Además, quedan afuera de este análisis los trabajadores que pertenecen al sector informal de la economía (35,9% del total), los cuales no tienen asegurado un piso salarial.
CONCLUSIÓN:
A raíz de la grave situación económica que atraviesan tanto las empresas como las familias del país, surge la necesidad de reactivar la económica de manera urgente. Sin dejar de lado la importancia de la salud en el contexto de una pandemia, se deben liberar cuanto antes a las fuerzas del sector productivo tomando todas las precauciones necesarias para minimizar las posibilidades de contagio y así atenuar la crisis económica.
