Frente a la compleja situación económica que enfrentan las estaciones de servicio, el horizonte presenta dos salidas: reinventarse o desaparecer. El negocio de la venta de combustibles sufre desde hace décadas un deterioro recurrente y las perspectivas no son alentadoras.
Su rentabilidad se fundamenta en grandes volúmenes de venta con un margen muy bajo. Si el precio de las naftas se congela y la clientela se retrae el negocio no es sustentable. A la dramática situación de la cuarenta se le suma el nuevo decreto del “Barril Criollo”, que podría derivar en una fijación del precio de las naftas hasta octubre próximo.
En medio del panorama desolador para el sector, dos estaciones de servicio se reinventan: “si los clientes no pueden venir a nosotros, iremos hacia ellos”, cuenta decidida a ON24, Alejandra Molfino, Jefa de la Estación de Servicio Puma de Funes.
Según Molfino, La Gasolinera SRL, emprendió cambios para sus estaciones Puma de Av Uriburu y Ov Lagos, junto a la de Funes -sobre ruta 9 frente a Plaza San José-.
“Estamos replanteando el negocio, algunas acciones se verán esta misma semana, pero habrá más. Somos un equipo de trabajo inquieto con la pretensión de sobrellevar una crisis inédita. Tenemos la ventaja de contar con recursos humanos jóvenes, altamente flexibles al cambio, eso facilita las cosas. Esta semana se verá en la zona sur de Rosario y en las calles funenses, a los ‘Puma YA’, llevando el desayuno o la merienda a nuestros clientes de siempre. Seremos las primeras estaciones que implementen un servicio exprés de su bar, con las tradicionales bicicletas y mochilas que hoy se ven en Rosario bajo otras marcas (Glovo, Rappi, ..). El bar es una unidad de negocios visceral en toda estación y saldrá a las calles al encuentro de su gente”, explica la Jefa de Estación.
Metamorfosis
“Si hay un negocio que sufrió una verdadera metamorfosis es el de las estaciones de servicio, y donde hubo una estación que fracasó en el intento, hoy Ud ve un edificio”, grafica Molfino y detalla: “La venta de combustibles tiene una rentabilidad bajísima, que afronta costos fijos elevados. Somos grandes consumidores de luz, tenemos gran concentración de recursos humanos y somos grandes contribuyentes. El peso impositivo de las estaciones es altísimo. Sumado a que debemos mantener una importante estructura administrativa y logística para manejar un gran volumen de dinero que mayoritariamente se lo lleva el Estado. En este esquema, el bar y minimercado, son la unidad de negocios que hizo sustentable la estación, generando el 50% de los ingresos”.
Ante la cuarentena que se mantiene inflexible para los bares, Molfino explicó la estrategia de la empresa: “nuestros bares son el punto de encuentro de amigos, proveedores y profesionales que citan a sus clientes. Los bares son el alma de la estación. Una mañana normal en la Puma de Funes, es un gentío tomando café. Puede ver a un grupo de amigos siempre sentados en la misma mesa a la misma hora, el arquitecto que se junta a discutir un plano con el dueño de la casa, y le aseguro que no hay proveedor que no use nuestro espacio como oficina estratégica.
El perfil en cambio, de la estación de Uriburu y Lagos es transportista. Es la base de aprovisionamiento de combustible de camiones, vende mucho gasoil, con lo cual el bar se mueve mucho con los empleados de las empresas de zona sur y los choferes.
Como decimos jocosamente, en estas circunstancias que impiden a nuestra clientela sentarse en nuestros bares, ‘iremos a por ellos’ con nuestros desayunos de campo -de dulces y panes caseros-, meriendas y nuevos servicios que están en pleno desarrollo”.
Las Puma de La Gasolinera son referentes, grandes puntos de encuentro cada una en su zona y no queremos perder el protagonismo. “El delivery Puma Ya, se verá en la calle pronto”, finalizó.