Los directores de Fundar, Ángel Seggiaro, Daniel Verger y Jorge Carpman, brindaron ayer un seminario virtual moderado por el presidente del Grupo Rosental, Lisandro Rosental, donde intercambiaron opiniones sobre el mercado del real estate que se avecina para la post pandemia.
“Queremos transmitir optimismo porque estamos convencidos del trabajo que hacemos eligiendo buenos lugares y haciendo desarrollos acordes a lo que la gente necesita en cada momento. El mundo sigue y si los costos bajan un poquito, el mercado se va a acomodar y volverá a arrancar”, afirmó el presidente de Rosental, compañía que junto con la desarrolladora y constructora Fundar han forjado hace años una alianza para llevar adelante importantes desarrollos inmobiliarios en la ciudad y la región, entre ellos, toda la saga de Condominios del Alto en barrio Refinería.
Seggiaro expresó que si bien existen temores e incertidumbre ante el actual escenario, destacó el equipo y la “mística propia” de Fundar para “innovar y no quedarnos quietos” en un “clima muy positivo de trabajo”. “Eso –remarcó- es un antecedente válido para ser exitoso en la política de alianza, y tal es el caso de nuestra alianza con Grupo Rosental, que tiene una gran organización, muy compatible con la nuestra”. En ese sentido, subrayó que bajo los ejes de “cumplir, cumplir y cumplir” y con “la suma de las dos energías, tenemos plena confianza de que va a seguir resultando”.
Por su parte, Verger resaltó la creatividad de los equipos de trabajo a la hora de diferenciar los productos que desarrollan, por lo que llamó a “reforzar este camino porque las cosas van a estar ásperas cuando salgamos de la pandemia (…) Hay que seguir hacia adelante tratando de repensar el producto porque siempre hay algo más para agregar (…) Estamos esperanzamos y confiados en nuestros equipos para lo que vendrá”.
En tanto, Carpman apuntó que si bien “creemos que la salida de la crisis va a venir acompañada con un fuerte apoyo para la industria de la construcción, con créditos hipotecarios y exenciones impositivas”, dejó en claro que “los negocios que planteamos nosotros son para desarrollar con nuestros inversores, clientes y usuarios que nos acompañan y valoran nuestros productos”. Por tanto, aseveró que “no sería serio plantear un negocio a 15 o 20 años apalancado en créditos que puedan venir, porque sabemos que ningún negocio funcionó en base a eso en Argentina”.
TENDENCIAS, PROYECTOS Y DESAFÍOS
Verger adelantó que la empresa está pensando algunos proyectos nuevos para Rosario referidos al co-living y afirmó que “no falta mucho” para anunciarlos. “Las comunidades están funcionando cada vez mejor y si bien no tenemos esa cultura, con el tiempo la gente se va acomodando y el vivir colectivamente funciona mejor”, consideró.
Concretamente, sobre este punto Seggiaro explicó que “en el campo de los bienes durables, hace tiempo que se nota el cambio de las personas a usar en lugar de poseer”. Por lo tanto, recalcó que “va a ser interesante nuestra carrera para poder proyectar lugares adaptables, porque vamos hacia formatos de vivienda no permanente, no poseída, compartida, sin hijos, con mascotas, con lo cual es seguro que tendremos un desafío en el futuro inmediato que es repensar la tipología de la vivienda”.
En tanto, Carpman sumó que “la estructura familiar clásica ya no es la única que demanda vivienda, sino que hoy hay distintas formas de convivir” entre estudiantes, parejas y gente sola, “que necesitan espacios que le den respuestas a otras necesidades”. “Se trataría de construir más para comunidades”, resumió Rosental.
Ante las nuevas tendencias constructivas que avecinan desde la alianza Rosental-Fundar, Verger sostuvo que “por razones de costo y de cada vez aglomerarnos más, las unidades de habitación podrían ser de menos metros cuadrados exclusivos”. Incluso, preguntó qué podría pasar con las superficies semicubiertas, por ejemplo, como los balcones y respondió: “Creo que a futuro van a incrementarse proporcionalmente dentro de las unidades para dar cabida a otras actividades”.
“En este achicamiento que seguramente habrá cuando volvamos a la cancha entre el costo del metro cuadrado y el precio a la salida, vamos a tener que ser creativos en los materiales que usamos y en cómo los utilizamos”, puntualizó y agregó que en el plano energético de los edificios, “creemos que se va a ir por más y queremos estar bien presentes”.
En otra instancia también contó que desde la empresa se está trabajando para idear unidades de vivienda “que puedan terminar de equiparse en el tiempo para que la inversión inicial sea menos onerosa”, así como también anunció que para otros segmentos de la población “estamos pensando en la personalización de la vivienda sin que eso implique alguna diferenciación importante en el costo, es decir, que la persona sienta que se está llevando un saco a medida”.
EL FOCO EN FISHERTON
Carpman aseveró que, ya con toda la saga de Condominios del Alto finalizada y los desarrollos Condo Norte y Condo Refinería avanzados, la empresa “está mudando el foco de Puerto Norte a Fisherton”.
“Rosario se expande hacia el oeste y dentro del ejido urbano de la ciudad, apenas unos metros después de Circunvalación, existe una tierra sin desarrollar pero que goza de todos los servicios y conectividad”, destacó el empresario, haciendo referencia al proyecto Foresta, que también en conjunto con Rosental están llevando adelante en un predio de 17 hectáreas en Fisherton.
“Estamos en la tercera etapa de forestación”, describió y consta de 220.000 metros cuadrados a edificar en 8 o 10 etapas según la evolución del mercado, con bloques de PB y 5 pisos, con no más de 250 unidades cada uno. “Es un verdadero desafío, porque no hay desarrollos de esta escala dentro de un barrio urbano. Va a ser un barrio de condos con un nuevo paisaje urbano que creo que va a sorprender. Vamos a ser partícipes de un nuevo hecho histórico para Rosario”, ponderó Carpman y cerró: “Queremos seguir haciendo ciudad, queremos seguir siendo los protagonistas en desarrollando urbano invirtiendo y brindando trabajo”.
REFUGIO EN EL LADRILLO Y DEMANDA DE VIVIENDA
Tanto Rosental como los directores de Fundar compartieron la idea de que el ladrillo es el gran refugio de valor principalmente en momentos de crisis. “A diferencia de los activos financieros, en las crisis las buenas propiedades mantienen o recuperan muy rápidamente su valor”, sostuvo Carpman. “El ladrillo siempre ha sido un buen refugio y descontamos que eso seguirá así”, reflexionó Verger. “Mirando hacia atrás, todos se han beneficiado patrimonialmente teniendo ladrillos”, apuntó Rosental.
“Somos capaces de hacer proyectos con ventajas comparativas, de una escala y alcance que nos permiten desarrollar nuevas urbanizaciones, con lo cual eso nos afirma nuestra idea de que el ladrillo es y será un refugio seguro”, enfatizó Seggiaro y agregó: “Sabemos que si no somos nosotros, los constructores y desarrolladores, no hay nadie más que haga viviendas y ciudades. La obra privada hace mucho tiempo que construye las ciudades, no es la obra pública quien ha solucionado la vivienda. Y hay tal déficit que todavía hay un vasto campo para seguir haciéndolo”.
REDACCIÓN ON24