El impacto de la pandemia sobre el mercado de alquileres muestra un marcado contraste entre Rosario y Buenos Aires. Así se observa en las cifras relevadas por el Colegio de Corredores local (COCIR) que muestra cifras mucho más favorables a las recolectadas por la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), reflejando las dificultades de cobrabilidad que existe en medio de la cuarentena.
De acuerdo con un extenso relevamiento que hizo COCIR sobre casi 60 mil contratos de locación de vivienda y locales comerciales administrados por 493 corredores matriculados rosarinos, entre el 15 y 16 de abril, la gran mayoría de los inquilinos cumplió con el pago mensual. Las cifras que muestran que el cumplimiento en los pagos de alquileres al día 15 de abril fue de 81%; y solo el 19% no abonó a esa fecha.
La cifra de morosidad es baja, aún con las complicaciones que tuvieron las inmobiliarias para realizar la administración y comunicarse con sus clientes. “Hay muchos profesionales que no pudieron volver a su oficina desde el 20 de marzo, por lo que no tenían sus carpetas, no tienen acceso remoto, ni estaba instrumentado el circuito bancario”, contó a ON24 el presidente del Colegio de Corredores delegación Rosario, Andrés Gariboldi. Y agregó que sin estas complicaciones, probablemente, el porcentaje de mora hubiera sido más bajo.
En Buenos Aires el panorama es diferente. Según datos estimados de CIA, a mitad del mes de abril, en el marco de las medidas de aislamiento social y preventivo obligatorio, sólo un 60% de los inquilinos consiguieron pagar sus alquileres. Al tiempo que un relevamiento realizado por el sitio especializado Reporte Inmobiliario, arrojó que sobre un muestreo que abarcó a múltiples actores de la comercialización y que obtuvo 1.366 respuestas. Del total de los consultados, más del 30 por ciento reconoció graves problemas de incobrabilidad.
Descongelados
A su vez, el estudio elaborado por el Colegio de Corredores muestra que una muy baja cantidad de inquilinos hizo uso del beneficio del congelamiento de alquileres incluído en el decreto 320-2020, el cual difería los aumentos contractuales a octubre, con la posibilidad de abonar la diferencia toda junta o en tres cuotas.
En el caso de contratos de viviendas, solo un 15% accedió a alguna de las herramientas previstas por la normativa, mientras que en el caso de contratos comerciales fue del 18%. En ambos casos, las partes arribaron a un rápido acuerdo sin mayores problemas.
El días después de la cuarentena
Según Andrés Gariboldi, los cambios que forzó el confinamiento obligatorio, entre los que se cuentan las videoconferencias, la administración online de las carpetas de clientes, la visita virtual a inmuebles y la bancarización de las locaciones, “llegaron para quedarse”.
Y consideró que “a medida que vaya pasando los meses, si no encontramos una viabilidad, las cosas se van a poner más duras, por eso la asistencia en el tiempo por parte del Estado será fundamental para no cortar la cadena de pago (…) Nuestro sector está más que preparado para ir a la búsqueda de equilibrios y negociación entre las partes, esa es nuestra tarea”.
REDACCIÓN ON24
Por Mariano Fortuna / m.fortuna@on24.com.ar