Funes es una ciudad sitiada por la delincuencia: intento de secuestros, entraderas con golpizas brutales a las víctimas, asaltos a minimercados vigilados a ocho cámaras… el cocktail se completa con el ingreso de un grupo comando al Barrio Privado Miraflores. Si bien los barrios cerrados habían sufrido algunos robos, los hechos se habían dado en casas no habitadas.
Tras una marcha con matices violentos de corte de ruta con ramas y colchones quemados a modo de hoguera, el domingo pasado, en la plaza San José, la gente se volvió a autoconvocar.
Los encuentros están aceitados a través de las redes sociales: grupos de facebooks y whats app unen la comunidad de Funes en forma instantánea.
Esperando la llegada de más familias, a partir de las 18 se podían escuchar múltiples historias recientes “Hoy a las 13:30 a media cuadra de la intendencia una pendeja hija de re mil… le disparó a mi hija de 16 años y a su amiga”, en el medio aplausos y pedidos concretos: “Traigan la gendarmería, más móviles, más policía”.
Mezclados entre la gente, la intendente Mónica Tomei y su secretario de gobierno, Gonzalo Miranda, comenzaron a transformarse en los receptores directos de todos los pedidos y reproches.
La presencia de la intendente no dejó de ser meritoria. En la marcha anterior, a la que no asistió, había sido duramente criticada, y por muchos insultada. Seguramente Tomei entendió que su participación podía disipar los ánimos, pero lejos de eso, al poco tiempo debió retirarse visiblemente exaltada. No hay dudas que el problema la supera y muy lejos de su control está la solución.
Miranda optó por quedarse hasta el final. Repetía hasta el cansancio su línea celular y el teléfono directo de su despacho (¿con la íntima convicción que la mayoría no pudiera retener en medio del tumulto al menos su celular?).
Un policía que custodiaba la muchedumbre reconoció a un vecino de preguntas incisivas, que en la comisaría hay un solo detenido de las decenas de delitos que se cometen por semana.
La ciudad es un hervidero, seguridad pública y privada están bajo la línea de fuego. La intendencia corre la misma suerte, pese a no ser la responsable directa del problema… gajes de la política de cercanía
REDACCION ON24