En una semana negra para los mercados financieros, los precios de los productos agrícolas también fueron afectados con bajas aunque menores que los demás commodities.
El precio del petróleo tuvo una fuerte baja que lo dejo próximo a los usd 30 el barril luego que Arabia Saudita decidiera aumentar su producción dentro de una disputa con Rusia en el marco de la OPEP.
La fuerte caída del petróleo afectó a los precios de los granos que están de alguna forma relacionados como el maíz y la soja, aunque el impacto negativo también estuvo del lado de las bajas de los mercados financieros.
El avance del coronavirus tiene impacto en la economía mundial que se manifiesta en una menor demanda de muchos productos y la parálisis de la actividad económica de muchos países.
Aun con las bajas de los precios de muchos activos no se genera una demanda que compensa en volumen de negocios la situación de deterioro del mercado global.
Los productos agrícolas como el trigo, el maíz y la soja necesitan de demanda para que se absorba las ofertas disponibles, aún más cuando está ingresando las importantes cosechas sudamericanas.
En los números, el UDA en su último informe mensual no mostro cambios en las cifras de oferta y demanda de Estados Unidos pero si hubo algunos ajustes en los datos globales.
Los stocks finales 2019/20 fueron aumentados en maíz y soja respecto del informe anterior del mes de febrero y disminuyo las existencias de trigo.
En todos estos productos hubo ajustes en el consumo por el deterioro que se proyecta en la economía global a partir de la expansión del coronavirus.
Para la soja, además del USDA ajustó al alza las proyecciones de cosecha 2019/20 de Brasil y Argentina que está ingresando en el mercado mundial con una demanda de China deprimida por la gripe porcina y el coronavirus.
La producción proyectada de Brasil de 126 M de ton, record histórico, tiene que encontrar demanda de exportación por parte del país asiático para sostener sus precios. Igualmente la devaluación del real impulsa a los productores brasileros a realizar negocios que se estiman en un 70% de la producción.
Para Argentina, el USDA aumento la producción de soja de 53 M de ton a 54 M de ton, en un contexto donde las estimaciones privadas que se publicaron en la misma semana mostraron bajas en sus números.
La Bolsa de Comercio de Rosario ajustó a la baja su proyección de soja a 51,5 M de ton desde las 53 M de ton del mes anterior por el impacto de la sequía en zonas productoras, sobre todo en la soja de segunda, a pesar de las últimas lluvias acontecidas recientemente.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires recortó su proyección a 52 M de ton desde las 53 M anteriores por el déficit hídrico que muestran zonas productoras de Córdoba y Santa Fe, especialmente en lotes de soja de segunda.
Al tomar como referencia esta última cifra y considerar el volumen de negocios declarados por la exportación y la industria de soja, se considera que esta comercializado el 30% de la producción frente al 16% del año pasado a la misma fecha cuando se recolectaron 55,3 M de ton.
De detalle del informe semanal del Ministerio al 04/03 se desprende que hay negocios anticipados 2019/20 por un total de 15,67 M de ton, de las cuales 8,13 M de ton tienen precio establecido y unas 7,5 M de ton están con precio a fijar, es decir que casi el 48% todavía no tiene cerrado el precio. El año pasado a la misma fecha de un total de 8,64 M de ton comercializadas el 78% no tenía precio establecido.
Con un incremento del 81% en el volumen de operaciones de la nueva campaña, se deprende la diferencia en la modalidad de comercialización de la soja en un ciclo que recién comienza con muchos cambios en los mercados.
El productor local se anticipó con los negocios a precio por el riesgo de cambios en el derecho de exportación que, de hecho, se dio por partida doble para la soja: primero del 24,5% al 30% y luego del 30% al 33%.
Esta política afecta directamente al precio que recibe el productor a la baja, que se suma al comportamiento de los precios en el mercado externo.
Los precios de la soja en el mercado de Chicago registraron una caída del 5,9% en el último mes, baja que se trasladó a los precios en el mercado FOB y, como consecuencia, en los valores que ofrecen los compradores locales para originar el grano a exportar.
La baja en el mercado local llevó a la soja disponible desde los usd 245 que estaba operando a principios de febrero hasta los usd 220 actuales. La posición mayo a cosecha en el MATBA bajo usd 13,50 en el mismo periodo para quedar a usd 217,10 el viernes 13.
El impacto del coronavirus en el mercado global se suma al avance de la cosecha brasilera que compite con la argentina que comienza a recolectarse a fin de mes.
Estos factores bajistas continuaran en el mercado a pesar que localmente tiene incertidumbre el volumen a cosechar.
El productor que todavía no vendió soja deberá escaparle a la presión de cosecha que se aproxima, a la expectativa de una recuperación de la oleaginosa en el segundo semestre del año y cubrir sus necesidades con ventas de maíz, cuyo precio está más sostenido por la demanda y sin el impacto de un cambio en los derechos de exportación como sufrió la oleaginosa.
Lo que viene…
El mundo sigue afectado por el coronavirus que impacta en las proyecciones económicas y en el comercio mundial. Los granos no están exentos y se contagian de los mercados financieros.
Igualmente hay factores fundamentales propios que se tienen que seguir, a saber:
– Compras de soja por parte de China
– Demanda de exportación estadounidense
– Posición de los fondos especuladores
– Avance de la cosecha en Sudamérica
– Clima en regiones productoras de Argentina y Brasil
– Ventas de los productores
– Evolución del dólar
Autora: Lorena D´Angelo; Analista de Mercados y Asesora Comercial