Twitter tiene un problema para mantenerse como un espacio seguro y libre de acoso. Miles de mujeres lo saben, decenas de periodistas lo han denunciado y ahora el CEO de la compañía también lo admite. En un memorándum interno, filtrado por el sitio web The Verge, Dick Costolo afirma que este tema está en su lista de prioridades, además de manifestar su vergüenza por no haberlo resuelto antes.
Esta declaración de Costolo vino como respuesta a un comentario de un colaborador, quien en un foro interno de la empresa mencionó el caso de la blogger Lindy West, quien recientemente relató en The Guardian su experiencia con un “troll” que se hizo pasar por su padre (ya fallecido) creando una cuenta falsa en Twitter. En su texto, West habló sobre las pocas opciones que tuvo para manejar la situación, ya que bloquear o reportar la cuenta no impide que su creador abra otras más.
“Soy consciente de que Twitter está en su derecho de permitir que su plataforma se use como un vehículo para acoso sexista y racista. Pero como una empresa privada (…) podría elegir no hacerlo. Como un colectivo de seres humanos, podría elegir ser mejor que eso”, escribió West.
El 2 de febrero, misma fecha en la que se hizo el cuestionamiento en el foro de Twitter, Costolo escribió: “Apestamos al tratar con abuso y trolls en la plataforma y hemos apestado por años. No es un secreto y el resto del mundo habla de ello todos los días (…) Estoy francamente avergonzado por lo mal que hemos manejado este tema en mi tiempo como CEO. Es absurdo. No hay una excusa y tomo la responsabilidad completa por no ser más agresivo en este frente”. Más tarde, envió un memorándum en el que reiteró la idea anterior, agregando que va a arreglar el problema y se asegurará personalmente de que las personas que trabajan en él tengan todos los recursos necesarios para lograrlo.
La situación que vivió de Lindy West, quien ya en otras ocasiones se ha quejado de los parámetros de Twitter para definir el acoso, por desgracia no es única. Muchas otras mujeres que escriben sobre temas feministas, como Anita Sarkeesian, víctima del Gamergate, han sufrido abuso por parte de usuarios de la red social, lo mismo que personas de color y miembros de otros grupos vulnerables. El año pasado también fue famoso el caso de la hija de Robin Williams, quien recibió tal cantidad de mensajes abusivos que decidió abandonar la red.
En aquella ocasión, Twitter se comprometió a revisar sus políticas, pero todavía no ha elaborado un plan de acción que permita a sus usuarios sentirse más seguros o reducir de forma significativa las amenazas y acoso que algunos viven diariamente. Una muestra de esto es el blog de Sarkeesian, donde ella documentó los tuits ofensivos que recibió en la semana del 20 al 26 de enero de 2015. El resultado es casi una centena de tuits con comentarios no solo groseros sino misóginos, violentos y personales.
El que los comentarios de Costolo se hayan hecho públicos obligará al CEO a cumplir su promesa más pronto que tarde, lo que podría cambiar el panorama no solo para los usuarios de Twitter, sino para los de todas las redes sociales. Admitir que esto es un problema y no una exageración o falta de sentido del humor de las (y los) afectadas es un enorme primer paso,
pero hacer algo al respecto será lo que verdaderamente redima a Costolo y su empresa.
Fuente: expoknews.com