Como puede observarse en el cuadro N°1, la molienda de girasol en el año 2014 ascendió a 2.216.591 toneladas. En el año 1999, nuestro país había registrado un record de 6,1 millones de toneladas de semilla de girasol trituradas. Esto significa que en el 2014, la molienda representó casi la tercera parte del record registrado en el año 1999. Una cifra realmente bajísima.
Como se visualiza en el Gráfico N°1, no sólo la molienda no para de caer desde 1999. Lógicamente, la producción de harina, aceite y expeller de girasol registra el mismo retroceso. En el año 1999, la producción nacional de aceite y harina de girasol oscilaba en los 2,4 y 2,5 millones de toneladas, respectivamente. En el 2014 perforó -hacia la baja- la barrera del millón de toneladas, con una producción de 931.747 toneladas de aceite y 938.917 toneladas de harina de girasol.
Para explicar la menor incidencia del cultivo de girasol en los planteos productivos del campo argentino, debe tenerse en cuenta que desde la convertibilidad en el año 2001 muchos productores se abocaron a la soja ante sus menores costos directos asociados, combinados con mayores márgenes brutos por hectárea.
Además, productores del norte argentino (Santiago del Estero, Chaco, etc.) destacan el elevado costo de la semilla, la caída de los precios internacionales y los problemas de lluvias como factores que desmotivan las siembras girasoleras. Éste es un cultivo que se siembra a la salida del invierno, requiriendo buenos niveles de humedad cuando en dicha zona los finales de invierno suelen ser muy secos, afectando el rinde potencial de los cultivos.
Otro de los problemas que presenta el girasol en el norte es el alto costo de flete. Productores con campos localizados a 850 Km. de las Terminales Portuarias del Gran Rosario pagan 450$ de flete por la tonelada, más un IVA del 21%. A ello se le suma que los insumos para la siembra tributan el 21% del IVA, cuando al vender el grano sólo se recupera el 10,5% afectando la rentabilidad del negocio al dejar al productor con importantes créditos fiscales, difíciles de ser recuperados oportunamente.
Quienes están abocados al negocio en el NEA destacan la necesidad de un ajuste en el nivel de retenciones que tributa el girasol. Es que el cultivo tributa elevadas alícuotas de derechos de exportación: la semilla de girasol sufre una exacción del 32%, en tanto que el aceite de girasol, harina, pellets y tortas son alcanzados con el 30%. El impacto de estas retenciones sobre el margen bruto del productor es alto, introduciendo un elemento adicional al desaliento de su siembra.
En este escenario, la única nota positiva proviene de la recuperación exhibida en el área sembrada para la actual campaña 2014/15, pese a que la misma aún resulta insuficiente para que la industria en torno a la oleaginosa recuperare el lugar estelar que supo tener.
Según hace constar el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca en su último informe del 22 de Enero de 2015, el área cubierta con girasol totalizaría los 1,45 millones de hectáreas, un 11,5% por encima de los 1,3 millones de hectáreas que se implantaron en el anterior ciclo comercial. En consecuencia, habría este año unas 150.000 hectáreas que se suman al cultivo, destacándose las siembras traccionadas por la demanda de la industria procesadora de girasol con alto contenido de aceite oleico.
En efecto, según información de ASAGIR, el impulso de la demanda externa por una alimentación más saludable motivó que esta campaña entre 160.000 y 170.000 hectáreas se cubriesen con el híbrido, en general mediante la modalidad de producción bajo contrato. De este modo, la participación del girasol alto oleico pasó del 8% de la campaña anterior al 13% en el actual ciclo comercial, agotando la disponibilidad de esta clase de semillas en el mercado local.
Debe considerarse que la caída de los márgenes brutos y la rentabilidad del cultivo de soja durante las últimas campañas y en un contexto de alta incertidumbre, ha motivado la búsqueda de alternativas de producción que permitan apuntalar los alicaídos ingresos rurales.
Pasando al plano internacional, y pese a la caída que sufrió la producción de girasol en Argentina, nuestro país aún conserva un lugar de privilegio en la oferta mundial tanto del grano como de su harina y aceite derivados ya que sólo es superado por tres países o bloques de países: Ucrania, Rusia y la Unión Europea.
Específicamente, Oil World estima una producción mundial de semilla de girasol para la campaña 2014/15 de 40,4 millones de toneladas. El primer productor será Ucrania, con 10 millones de toneladas, segundo Rusia con 9 millones y tercero la Unión Europea (U28) con 8,9 millones de tn. Argentina, según esta fuente, ocuparía el cuarto puesto con 2,65 millones de toneladas.
El MINAGRI aún no difundió una estimación oficial de producción argentina de girasol para la campaña 2014/15, pero los números del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos difieren un poco de las estimaciones de Oil World al proyectar para nuestro país un output de 2,43 millones de toneladas en base a un buen rinde, con 18,2 quintales por hectárea. El organismo puntualiza en que las cosechas de todo el país están indicando buenos rendimientos, a excepción de aquellas al norte de la provincia de Santa Fe donde precipitaciones por encima de lo normal dejaron un saldo de excesos de humedad en los suelos.
Por nuestra parte, la red de colaboradores de GEA-BCR (Guía Estratégica para el Agro) reporta muy buenas condiciones para el cultivo, con pronósticos de rindes que superarían los promedios históricos. Con un avance de la cosecha que a nivel nacional alcanzó el 21% del área total, se destaca los rindes obtenidos en el noreste argentino y que permite ilusionarse con un apuntalamiento de la productividad unitaria a nivel nacional.
En efecto, en el NEA el avance de las labores de trilla alcanza el 90% de la superficie implantada obteniendo en promedio resultados de 17 qq/ha. Estos excelentes rindes elevan el promedio nacional a 20 qq/ha, superando así las expectativas iniciales. En el centro-norte de Santa Fe, en cambio, se notan retrasos en la cosecha por falta de piso ante las excesivas lluvias registradas las últimas semanas observándose lotes puntuales que fueron atacados por palomas con algunas pérdidas de producción. No obstante, en el cuadro general la producción nacional de girasol aún luce señales optimistas, aunque es necesario destacar que las condiciones climáticas del mes de febrero y marzo serán claves al momento de cosechar para ratificar tales expectativas.
En el tema precios, los últimos años evidenciaron una persistente caída de los valores internacionales del complejo girasol. El Cuadro y Gráfico N° 3 recogen información de Oil World Statistics Update referida a los precios de exportación con cálculos promedios trimestrales para el período comprendido entre Octubre-Diciembre de 2009 e idéntico período del 2014; y para las siguientes series de precios:
a) Precio CIF de Exportación. Semilla de girasol. Origen: USA. Destino: Tramo inferior Río Rhin.
b) Precio FOB de exportación del aceite de girasol. FOB Argentina.
c) Precio CIF de exportación Harina de Girasol. Pellets 37/38% de proteína. Origen: Argentina. Destino: Rotterdam.
d) Precio CIF de exportación Harina de girasol HiPro. Orígenes Alternativos- Destino: Francia.
Como puede observarse, el precio promedio trimestral de exportación de la semilla de girasol en el período Octubre-Diciembre de 2009 era de 409 U$S la tonelada. A partir de ese trimestre, los precios de este producto registran una paulatina suba hasta tocar -en el trimestre Enero-Marzo de 2011- un valor record de 705 U$S la tonelada. Luego se produce una caída gradual en los precios trimestrales, hasta alcanzar en el último trimestre del 2014 (octubre-diciembre) un registro de 441 U$S la tonelada.
Si evaluamos el comportamiento del precio promedio trimestral de exportación del aceite de girasol (FOB Argentina) veremos que en el período Octubre-Diciembre de 2009 este producto registraba valores de 837 U$S la tonelada. A partir de ese trimestre, sigue idéntico comportamiento alcista que el precio internacional de la semilla de girasol. Alcanza un record de 1.330 U$S la tonelada en el trimestre Enero-Marzo de 2011. Luego baja de manera paulatina y persistente, hasta terminar en el trimestre Octubre-Diciembre de 2014 en un valor de 851 U$S la tonelada.
En cuanto a la Harina de girasol, ante la discontinuidad de la información estadística brindada por Oil World, conviene analizar los precios de la Harina de alta proteína, precio CIF de exportación Harina HIPro desde Orígenes Alternativos y con Destino a Francia. En el trimestre Julio-Setiembre de 2012 cotizaba a 361 U$S la toneladas. En el último trimestre de 2014 su precio es de U$S 281.- Una baja importante.
Ahora bien, respecto a los resultados que cabe esperar para la campaña argentina de girasol en curso, es importante destacar que pese al contexto generalizado de caída de los precios oleaginosos desde el 2011/2012, el complejo girasolero ha mostrado en este último tiempo una mayor fortaleza relativa al compararse con otros granos. En particular, los precios de exportación para el aceite de girasol demuestran hoy día una robustez de la que carecen los valores pagados por el aceite de soja.
Durante el año 2014 y en lo que va del 2015, si se evalúan los precios FOB oficiales de exportación que informa el MINAGRI para el aceite de soja y girasol, puede observarse que (Cuadro N°2):
a) Al 31 de Enero de 2015 y respecto del máximo alcanzado en el año 2014, el aceite de girasol cayó un 14% mientras que el aceite de soja perdió el 25% de su valor.
b) En el marco del derrumbe de los precios del barril de petróleo, durante el mes de Enero de 2015, el aceite de girasol perdió apenas un 1% de su valor. En cambio, el aceite de soja tuvo una caída del 11% en dicho mes.
Estos indicadores podrían estar evidenciando una mayor consistencia y firmeza en los precios del aceite de girasol, respecto del aceite de soja. De confirmarse esta tendencia en el futuro, ello podría colaborar en sostener el área ganada por el girasol en nuestro país.
En síntesis, el panorama de precios no es alentador salvo la firmeza del aceite de girasol respecto del aceite de soja. Pero hay indicios que permiten vislumbrar una recuperación del cultivo de girasol en Argentina a partir de la actual campaña.
Ello resulta de capital importancia ante la relevancia que tiene el cultivo de girasol tanto en la provincia de Buenos Aires, donde se cosecha habitualmente más del 50% de la producción nacional, como en zonas alejadas de las terminales portuarias como ser las provincias de Chaco, Norte de Santa Fe, Santiago del Estero y Este de La Pampa.
Sin embargo, para potenciar este cultivo son necesarias una serie de medidas entre las que se destacan: a) la revisión de los derechos de exportación, b) analizar mecanismos alternativos que permitan al productor agilizar la recuperación del IVA, c) evaluar como disminuir la incidencia del costo de flete desde la zonas productivas, especialmente en el noreste argentino y norte de Santa Fe, potenciando el Ferrocarril Belgrano Cargas, d) evaluar los costos de semilla frente al alto peso que tienen en los costos del productor.
Autores: Julio Calzada, Sofía Corina y Emilce Terré
Fuente: BCR