El intendente Pablo Javkin volvió a poner en el tapete la transformación del sur de la ciudad. Se trata de un ambicioso conjunto de obras que viene dando vueltas desde hace algunos años, cuyo costo, superior a los US$ 50 millones, es imposible realizar con financiamiento municipal. Por ello, el intendente insistió en la idea de buscar financiamiento internacional.
Ya en 2017, cuando era secretario general de la Municipalidad, Javkin hablaba enfáticamente del tema y defendía un proyecto de endeudamiento de US$200 millones que financiaría -entre otras- estas obras, pero terminó naufragando. Ahora como jefe del Ejecutivo, vuelve a la carga para hacerlo realidad a pesar de que las arcas del Estado local son mucho más flacas que años atrás y las condiciones de financiamiento bastante peores, teniendo en cuenta que la Argentina debe definir el destino del pago de la deuda con el FMI y acreedores privados. Por ello, debe pasar por la cabeza del mandatario algún préstamo del Banco Mundial (que ya financia las mejoras urbanísticas en Villa Banana), o de la Corporación Andina de Fomento (CAF), que suelen liberar dinero para estas iniciativas de impacto social.
De mantenerse la idea original (data de 2017), el proyecto prevé intervenciones desde el puerto hasta el frigorífico Swift, donde viven unas 400 familias en situación precaria. Allí se construirían 340 viviendas en planta baja y 3 pisos. A lo que se suma equipamiento urbano, un mercado agroecológico y otro de pescadores que incluye un muelle; un observatorio climático y un jardín maternal.
A mediados de 2017, el Municipio dio a conocer algunas imágenes del proyecto: