Según una encuesta realizada por el portal de empleos Bumeran (con presencia en Argentina, México, Venezuela y Perú), el 67,1% de los consultados realiza un balance profesional cuando finaliza el año. Más de la mitad de ellos (32,5%) se impone metas realistas para el año que se inicia, un 13,9 % se plantea grandes objetivos sin importar si los puede cumplir o no y, finalmente, el 3,2% restante prefiere vivir el día a día sin planificaciones.
A partir de este balance, más de la mitad de los consultados (50,4%) piensa en su panorama laboral y, según el mismo, proyecta qué va a hacer durante el año.
Al momento de hablar de las metas específicas, el 62% explicó que sus planes se basan en un crecimiento profesional. El resto manifestó que sus intereses se centran en obtener un nuevo trabajo (38,1%), una mejor remuneración (32,5%), adquirir más responsabilidades (13,3%), cambiar el rumbo profesional (11,2%) y el conseguir un ascenso (7,6%).
Del universo total de los encuestados, la mayoría (86,5 %) quiere cambiar de trabajo este año. Las principales razones que impulsan esa decisión se basan en conseguir un empleo que les permita un crecimiento profesional (58,6%) y una mejoría salarial (47%). En menor medida, también, plantearon que la necesidad de conseguir un puesto relacionado a sus estudios (20,4%) y un trabajo más desafiante (13,3%) está entre sus motivaciones.
Con respecto a quienes no tienen en mente cambiar de trabajo (13,5%), su decisión se basa en que tienen posibilidades de crecimiento (37,1%), se encuentran en un trabajo nuevo (26,7%), están cómodos en su entorno laboral (20,9%) y el resto justifica que está contento en su lugar de trabajo (17,1%) y que percibe un buen sueldo (8,9%).
A la hora de proyectar nuevas metas laborales para el año entrante, un 31,9% respondió que ellas se relacionan con la compañía en la que se encuentran, mientras que un 68,1% explicó que son afines a su profesión en general e intenta cumplirlas más allá del lugar en el que trabaje.
Para cumplir los objetivos, más de la mitad comentó que no tiene un plan de acción, sino que actúa según el contexto que lo rodea (62,4%). Sin embargo, un 22,9% respondió que arma un plan de acción que intenta concretar e, incluso, un 14,6% elabora una estrategia de largo pazo.
Por último, el 55,4% de los consultados aseguró que considera al salario un factor concluyente en cualquier proyección laboral. El 44,6% restante declaró no creer que fuera la variable principal, sino que existen otras que influyen tanto como la remuneración, por ejemplo, los beneficios o las posibilidades de crecimiento.