A medida que el mundo continúa enfrentando nuevos desafíos, como el aumento de la población, el cambio climático y la urbanización, el uso sostenible de los recursos naturales representa un reto para la agricultura mundial, que ahora tiene como meta alimentar a una población creciente y demandante de productos de calidad que cuiden el medioambiente.
En este sentido, del 10 al 13 de marzo la firma se hará presente en la megamuestra agroindustrial ExpoAgro. Allí, más precisamente en el lote 1069, ofrecerá su innovadora formulación de fertilizantes en nanopartículas.
Para tomar dimensiones
La palabra «nano» significa una billonésima parte, por lo que la nanotecnología se refiere a materiales que miden una billonésima parte de un metro. Un nanómetro es tan pequeño que el diámetro de un cabello humano es de 80.000 nanómetros. Estos tamaños modifican las propiedades intensivas de las sustancias utilizadas comúnmente como nutrientes, beneficiando los mecanismos que ocurren en el suelo y en el desarrollo de las plantas, dando lugar a una agricultura más sustentable.
Es por ello que las nanopartículas se están explorando en el agro para nuevas alternativas que persiguen: mejorar la sanidad de las plantas, minimizar la pérdida de fertilizantes e incrementar los rindes con el adecuado aporte de nutrientes.
“Por su tamaño, las nanopartículas son más reactivas, esto se debe a su gran superficie de contacto. A manera de referencia: 30 gr son suficientes para cubrir una superficie de una hectárea. Esto permite una mayor interacción en el suelo y mayor eficiencia en la nutrición del cultivo con una consecuente reducción de las dosis habituales», explicó el especialista Benito González, director técnico de la empresa.
“Nosotros producimos emulsiones de minerales de alta pureza en tamaños nano, con una media de 500 nanómetros aproximadamente. Estas nanopartículas poseen en su interior capilares que adsorben los nutrientes solubles con muy alta eficiencia, actuando como carrier de los mismos. En el presente se cuenta con cuatro líneas de productos: correctores de suelo, nutrición de cultivos, vivificantes para semillas y microelementos”, señaló.
“La simplificación de los procesos, la reducción de la logística (flete, volumen, envases, energía, entre otros), la naturaleza mineral de las materias primas e insumos reciclables, así como la facilidad para su aplicación a muy bajas dosis, son una fuerte ecuación positiva en la disminución de costos y de la huella del carbono”, acentuó González.
Fuente: TodoAgro