La zona comprendida por el bar y boliche La Misión del Marinero y el playón del Parque España con la playa de estacionamiento, se convirtió en un gran complejo bailable que hace invivible el barrio de jueves a sábados fundamentalmente.
Se trata de dos actividades distintas pero que comparten la misma zona del Parque España, los mismos días y horarios de funcionamiento y la misma mecánica: música a elevado volumen hasta altas horas de la madrugada.
Candela Torres, vecina del lugar, describe el cuadro de situación que ha generado desde el inicio de la temporada estival el malestar generalizado del barrio: “Vivo en el edificio de Salta y Wheelright, a la vuelta de la Misión del Marinero, de jueves a sábados es imposible descansar. En la playa de estacionamiento al lado del playón, los autos abren las puertas y suben la música al máximo volumen para bailar. Los vecinos no nos oponemos al uso de los espacios públicos, nos oponemos a los ruidos molestos, todos nosotros trabajamos y estamos durmiendo mal.
Llamamos a la GUM y nos contestaron que no tienen móviles disponibles para marcar presencia en el lugar. Sumado a la música del playón, la música del boliche se escucha como si nosotros estuviéramos allí” describe Torres, quien asegura que no solo los edificios frente al Parque España sufren los ruidos molestos, sino que además las propiedades por calle Salta y Sarmiento se ven igualmente afectadas.
“Tengo entendido que La Misión tiene una habilitación que les permite permanecer abierta hasta las 4 de la mañana y que están solicitando prórroga para funcionar hasta las 6”. Si bien nosotros estamos fuera de lo que se considera la zona afectada, también nos opondremos. De hecho ya solicitamos la constatación de ruido a través de la medición de decibeles.
En rigor nos encontramos ante dos trámites diferentes frente a la municipalidad: el boliche por un lado y el playón por el otro, este último se está gestionando ante Parques y Paseos”.
Torres destaca además la unanimidad de criterio en todos los consorcios del barrio: “Es muy difícil que un consorcio se ponga de acuerdo, pero en este caso hay decisión unánime de los vecinos de actuar para solucionar definitivamente el problema. Queremos que un vehículo de la GUM se instale a la noche en la zona. Acá no es cuestión de poner un cartel prohibiendo la música para que nadie lo cumpla”.
La situación se ha tornado insostenible, todo indica que el reclamo persistente de los vecinos no cesará hasta que medie solución concreta. El receso por temporada que siempre sabe disimular o “patear para adelante” los problemas que la dirigencia política no supo resolver durante el año, en este caso más que aquietar aguas provoca mar de fondo para La Misión del Marinero y el ejecutivo municipal.
REDACCION ON24