En el informe especial sobre la “Ley de Economía del Conocimiento y su impacto en Argentina”, realizado por KPMG, se sostiene que este régimen de promoción representa un hito para la Argentina y es la respuesta del Estado a la demanda de sectores que buscan incrementar su participación en el entramado productivo nacional como, por ejemplo, la producción de software y de servicios informáticos, como también de otras actividades relacionadas a la ciencia y a la tecnología. Asimismo, se afirma que la nueva norma tiene como fin dar señales precisas para el desarrollo de un conjunto más amplio de actividades caracterizadas por ser intensivas en el uso del conocimiento.
“El éxito en el desarrollo de una economía basada en el conocimiento no se limita a la declaración de un marco legal que la fomente, sino a la vinculación e interacción de un compendio de elementos que deben poder sostenerse en el tiempo con el objetivo de ofrecer previsibilidad (no solo a estos sectores sino a la totalidad de las actividades económicas). Para ello, resulta necesario facilitar y permitir la congruencia de tres elementos cruciales, a saber: i) el cambio tecnológico, ii) la apertura comercial y iii) el libre movimiento del capital. Si bien es cierto que el modelo actual de desarrollo de la economía argentina se encuentra más cercano a estas premisas que hace algunos años, debe señalarse que el completo funcionamiento y crecimiento de las actividades ligadas al conocimiento no estará del todo resuelto hasta que se levanten ciertas restricciones actuales que podrían generar desincentivos a la inversión (por ejemplo, la actual estructura de aranceles a las exportaciones, que limita la rentabilidad en los sectores transables y que perdurará hasta el 2020, o las recientes limitaciones impuestas al acceso del mercado cambiario)”, se explica en el texto.
El estudio analiza la evolución del sector en los últimos años. Sostiene que entre los años 2009 y 2018 “las ventas totales medidas en pesos corrientes registraron un crecimiento del orden del 875% en tanto que las medidas en dólares lo hicieron un 29% pasando de una facturación de U$S 2.500 millones a cerca de U$S 3.300 millones. Finalmente, los ingresos provenientes del exterior mostraron un incremento relativo mayor al observado en las ventas totales en igual período, que a valores corrientes alcanzó el 1.300% medido en pesos y el 84% medido en dólares”.
En cuanto al potencial de esta industria el análisis señala que “las políticas orientadas a fomentar la inversión en I+D y promover el mayor desarrollo de los sectores económicos naturalmente más eficientes y productivos beneficiará al crecimiento económico del país a través del impacto generado por el derrame de los conocimientos acumulados, los encadenamientos con otros sectores y la mayor diversificación de la economía y su canasta exportadora”. Tomando datos de la entidad del sector ARGENCON (Argentina Conocimiento), se estima que “el nuevo régimen podría generar ingresos fiscales netos cercanos a los US$ 1.000 millones al cabo de los próximos diez años, o que el empleo asociado directamente al sector podría alcanzar las 336.000 personas. Las cifras anteriores conforman algunas estimaciones del efecto que la nueva Ley podría tener en el conjunto de actividades económicas ligadas al conocimiento y constituyen un esbozo de las sólidas perspectivas de crecimiento para este sector que, en pocas palabras, representa un determinante crucial para el desarrollo futuro de nuestro país.”
Por su parte, Vivian Monti, Socia a cargo de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones KPMG Argentina, sostiene en tal sentido que “en la actual situación por la que atraviesa el país este sector puede ser uno de los pilares de desarrollo porque está relacionado a la economía de la cuarta revolución industrial impulsada por la tecnología y además porque Argentina tiene la mayor plataforma de investigación y desarrollo de la región. La ley es un instrumento que ofrece una gran oportunidad para ensamblar dos variables fundamentales para ser competitivo en estos tiempos: la tecnología y la educación. Por eso, hacia el futuro tiene que haber una articulación más profunda entre las universidades nacionales y los centros productivos porque esta ley tiene impacto directo en la economía y en la educación”
Nota: i) la cantidad de empresas para 2017 es una estimación basada en información provista por el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE), ii) las ventas de 2019 fueron calculadas utilizando la estimación de crecimiento (en pesos corrientes) efectuada por el OPSSI para ese año.
Fuente: elaboración propia en base al Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial, Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, y Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos (OPSSI), 2019