Alivio, porque el mercado dejó de caer y encontró un “piso”. Esperanza, porque nos permite soñar en que la tendencia bajista cambie y que el “rebote” se transforme en un “cambio de tendencia”.
¿Cuáles son las variables que tendremos que seguir de ahora en adelante para ir viendo si esa esperanza se convierte en una mejor realidad de precios?
En primer lugar tendremos que seguir de cerca la evolución del clima en Sudamérica: sabemos que los meses de verano son definitorios para los rindes. En los últimos años tomó mucha importancia el “Mercado Climático Sudamericano”, donde los precios del CBOT sufren fuertes oscilaciones al compás de los pronósticos climáticos de esta parte del continente. Este año no será menor ya que las siembras se retrasaron en Argentina y Brasil y el mercado tiene ponderado en sus precios actuales proyecciones de producciones de soja de 55 millones de toneladas para Argentina y 94 millones para Brasil. Números que a priori suenan optimistas.
La otra variable importante a seguir será el ritmo de ventas de exportación y embarques en EEUU. Hasta el momento de escribir esta nota, las ventas de soja en EEUU vienen con una fortaleza inusitada. Faltando todavía 8 meses para finalizar la campaña, se lleva vendido el 86% de lo que se estima exportar en toda la campaña y los embarques a este momento son el 51% de esa misma estimación. El promedio de los últimos 5 años para esta época del año son mucho menores, representando ventas del 79% y embarques del 43%, lo que refleja que los bajos precios estimularon las ventas y embarques de soja en EEUU. Si en las semanas venideras este ritmo se mantiene, es probable que el USDA comience a aumentar su estimación de demanda de exportación y consecuentemente disminuyan los stocks finales de EEUU. Ya vimos lo que sucedió el año pasado con los precios de soja en CBOT a partir de febrero, cuando el ritmo de exportaciones americanas se mantuvo en estos niveles. Claro, que los niveles de stocks en la campaña pasada eran mucho más bajos y este año hay “colchón” que amortiguará el aumento de demanda. De todos modos, si esto sucede los precios subirán, pero no hay que esperar los niveles del año pasado. Tampoco hay que olvidar que los precios actuales de los futuros en CBOT, previo al período crítico climático, tienen incluidos una prima de riesgo debido a la incertidumbre. Si el clima se desarrolla con normalidad esa prima se irá diluyendo, con precios a la baja.
Del comportamiento de estas variables mencionadas dependerá el nivel de precios que veremos en los próximos meses, y no olvidemos que los mercados de futuros son mercados de expectativas.
Autor: Carlos Sánchez Negrete (Compañía Gral. del Término)