Durante estos últimos años a la industria cervecera argentina sufrió, como casi todos los demás sectores de la economía del país, las consecuencias negativas de la recesión, la inestabilidad financiera, la inflación, la devaluación y el achique del mercado interno. Al punto que lleva ya casi tres períodos de caídas consecutivas y en el 2019 el balance cerrara con una importante baja del orden del 11% en lo que va del año.
En este contexto, hubo pocos anuncios sobre inversiones en el sector más allá de los u$s1.750 millones que en el 2015 le informaron desde Cervecería y Maltería Quilmes al presidente Mauricio Macri. Monto que se desparramó casualmente durante los cuatro años de mandato que el próximo 10 de diciembre cumplirá el Jefe de Estado saliente.
Precisamente el mismo grupo prepara nuevos anuncios que también coincidirán con los años de mandato que, inicialmente, le tocarán recorrer a la dupla presidencial electa conformada por Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Si bien el monto de las nuevas inversiones que se aplicarán entre el 2020 y el 2024 todavía no están del todo definidas, es más que probable que sea similar al destinado por Quilmes entre el 2016 y el año próximo.
De hecho, en el holding dueño de las más importantes marcas de cerveza de la Argentina se encuentran por estos días terminando de preparar el informe que le presentarán al propio Alberto Fernández una vez que asuma como nuevo presidente de la Argentina.
Mientras tanto, la empresa acaba de finalizar las reformas que venía llevando a cabo en su planta de Tucumán para comenzar a producir localmente la cerveza norteamericana Budweiser, la última que incorporó a su pool de marcas en mayo del 2018 gracias a un canje de activos con CCU.
En realidad, el intercambio fue liderado por InBev Anheuser-Busch, luego de haber comprado SAB Miller por orden de las autoridades regulatorias locales con el objetivo de evitar una posición dominante en el país por parte del conglomerado belga.
Por ese motivo, el holding propietario de Quilmes negoció un trueque de cinco etiquetas a nivel global con el grupo chileno que de esta forma se quedó con Heineken, Iguana, Norte, Diosa y Báltica y las licencias de Warsteiner y Grolsch.
Como parte de este proceso, ahora Quilmes aceleró los planes de expansión de “Bud”, con una inversión de u$s10 millones, en el establecimiento ubicado en la localidad de Acheral.
En realidad, desde hace ya dos meses que la cerveceza de origen norteamericana ya se fabrica en esa planta, aunque el anuncio oficial fue organizado este lunes 2 de diciembre durante un acto del que también formó parte el gobernador Juan Manzur y autoridades provinciales.
El objetivo de Quilmes es incrementar el market share que actualmente ocupa Budweiser en el segmento de cervezas Premium y que llega al 4% compitiendo con marcas como Heineken, Stella Artois y Corona, entre otras.
Al respecto, Martín Ticinese, CEO de Quilmes, explicó los alcances del plan de crecimiento que su holding comenzará a desarrollar para Budweiser en un mercado que, como el mismo ejecutivo admitió, se encuentra bajo presión por la caída de las ventas, la inflación y la imposibilidad de trasladar a los precios la totalidad de la suba de costos.
“Durante este año, aumentamos los precios 15 puntos por debajo de la inflación porque entendemos que nuestro sector es muy sensible a la evolución del salario real”, explicó el ejecutivo durante un diálogo con el periodismo que estuvo presente en la inauguración de las obras de la planta de Acheral.
Además, se mostró optimista con respecto al 2020, cuando considera que el mercado podrá recuperar algo de lo perdido y aclaró que, más allá de los vaivenes de la economía, “la empresa hace 129 años que está en el país y piensa sus negocios con una mirada de otros 100 años por delante”.
“Tenemos una visión de largo plazo y compromiso con la Argentina, a pesar del duro contexto económico del país y de nuestro negocio, y por eso no especulamos, sino que tomamos riesgos y apostamos a invertir, a producir y a generar empleo de calidad en todas las regiones del país”, añadió Tisinece.
En ese sentido, también informó que comenzaron la elaboración local de la marca Corona, que el holding dueño de Quilmes adquirió en 2013 tras haber tomado el control del grupo mexicano Modelo en una operación valuada en u$s20.000 millones.
La Corona argentina se fabrica en la planta de Zárate que Quilmes logró mantener en el intercambio de activos con CCU y que pertenecía a los anteriores dueños de Isenbecck.
Con respecto a las inversiones para iniciar la producción nacional de Budweiser sostuvo que “refuerzan nuestro compromiso a largo plazo en la provincia y consolida a Tucumán como un polo cervecero nacional y regional”.
Para conseguir la autorización para elaborar la cerveza en el país los maestros cerveceros de la compañía se sometieron a auditorías internacionales en Saint Louis, ciudad de Estados Unidos donde se encuentra la sede de Budweiser. También debieron viajar a la casa matriz de AB InBev en Bélgica para garantizar que la marca tenga el mismo sabor y condiciones que la que existe en el resto del mundo, con los mismos estándares de calidad.
Recordó también que en los últimos 10 años la compañía invirtió más de u$s120 millones en Tucumán, transformando la provincia en un polo cervecero de gran relevancia para el país.
Parte de esos fondos permitieron llevar a cabo la ampliación de la capacidad y la realización de una adecuación y mejoras en la fábrica de Acheral donde se incorporó una nueva planta de agua con filtro de carbón activo para lograr mayor pureza, se amplió la sala de elaboración, y se sumaron cuatro nuevos tanques de fermentación y uno de propagación de levadura, entre otras modificaciones.
Durante el anuncio, junto a Manzur y Ticinesi estuvieron presentes también Gonzalo Fagioli, vicepresidente de Quilmes; Alejandro Donato, gerente de Cervecería Acheral, y Juan Mitjans, Director de Asuntos Corporativos de la compañía que también elabora la marca brasileña Brahma, actualmente la más vendida del país. En ese marco, el gobernador Manzur calificó como “un sueño que se hace realidad el de hacer la cerveza más vendida a nivel global en nuestra provincia, por lo cual vengo a darles las gracias por esta decisión de seguir invirtiendo, de generar trabajo y de apostar a la producción”.
En el caso de Cervecería y Maltería Quilmes, además de la cervecería, cuenta con una planta de gaseosas ubicada en la capital provincial, una planta de maíz desgerminado, un centro de distribución y una oficina de venta regional.
Según explicaron sus autoridades, la cadena de valor en la provincia incluye a cinco distribuidores, que son pymes independientes, y sus productos llegan todos los días a 7000 comercios; y trabaja con 80 proveedores locales. El sistema Quilmes en Tucumán genera 400 empleos directos y 6.000 indirectos.
En la actualidad, el grupo elabora, distribuye y comercializa cervezas, gaseosas, aguas minerales, jugos e isotónicos, en alianza con empresas internacionales líderes como PepsiCo y Nestlé.
Cuenta con casi 6.000 empleados directos en toda la Argentina, además de 10 plantas productivas incluyendo cervecerías y plantas de gaseosas; dos malterías; una chacra de lúpulo; una fábrica de tapas; nueve oficinas de venta directa y la misma cantidad de centros de distribución. Además, trabaja con una red de más de 170 distribuidores exclusivos abasteciendo más de 300.000 puntos de venta en todo el país.
Entre el 2016 y el 2020, su plan de negocio abarca inversiones por u$s1.800 millones y exportaciones que generaron valor por u$s740 millones en el 2018, siendo la cebada y malta los principales productos de exportación.
Cervecería y Maltería Quilmes forma parte de Anheuser-Busch InBev, la compañía cervecera internacional líder y una de las cinco empresas de consumo masivo más grandes del mundo. Anheuser-Busch InBev cuenta con un portfolio que supera las 500 marcas y con operaciones en más de 50 países.