Un 56% de los encuestados percibe que la situación del país se encuentra peor respecto de un año atrás, mientras que esa proporción es del 27% en el caso de la situación económica y financiera de las propias empresas agropecuarias.
En cuanto a las expectativas a futuro, un 56% de los encuestados considera que el país estará peor dentro un año y un 50% cree que la situación de su empresa empeorará para ese mismo momento.
En términos generales, parte de la respuesta se explica por el deterioro de las principales variables macroeconómicas y la incertidumbre postelectoral.
La mirada de las empresas agrícolas
Pese a todo, el área asignada a cada cultivo no cambió significativamente respecto del relevamiento de julio pasado: casi un 30% del área agrícola de las empresas CREA en la campaña 2019/20 se sembrará en el período estival con maíz (temprano + tardío), la cual, sumada a la superficie de los cultivos invernales de trigo y cebada, representa un 50% del área total. Tal proporción es clave para brindar sostenibilidad a los planteos productivos.
Además de las cuestiones macroeconómicas, se suma el factor climático: en regiones del oeste y sur del país la campaña de trigo y cebada terminará teniendo rendimientos bastante inferiores a los proyectados inicialmente debido a falta de lluvias suficientes. Vale remarcar que en muchas de las empresas de las zonas afectadas tanto el trigo como la cebada constituyen la mayor parte del ingreso agrícola total esperado de la campaña.
El plan de siembra de la gruesa no presenta grandes cambios respecto a la intención de siembra de julio pasado. Se destaca la recuperación del maíz temprano y la pérdida de área del girasol (versus campañas pasadas).