Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe
Irritada por lo que consideró una “movida oportunista” coincidente con el momento de mayor angustia personal (cuando arreciaban las denuncias en su contra por el inexistente caso de pedofilia) de parte del pastor Walter Ghione, uno de los integrantes de su por entonces embrionario bloque, quien había declarado “no sé si sería la más conveniente para presidir, ya que demandaría un desgaste político muy fuerte”, la líder y titular del espacio “Somos Vida” Amalia Granata, comunicó que cuatro integrantes de la grilla que ingresó por UNITE por la Familia y la Vida en las elecciones del pasado 16 de junio, ya no pertenecerán a su nuevo espacio “Somos Vida”.
Se trata de, además del pastor evangélico Walter Ghione de Rosario, su par confesional Juan Argañaraz de Rafaela, el abogado católico rosarino Nicolás Mayoraz y la médica santafesina Natalia Armas, quienes deberán formar un bloque propio, que todo parece indicar lo conduciría Nicolás Mayoraz. De tal manera, Amalia Granata quedaría sólo con la diputada santafesina, fonoaudióloga Betina Florito en el bloque “Somos Vida”.
Precisamente, Nicolás Mayoraz admitió que hace un tiempo le ofrecieron a Granata escindirse para armar un bloque propio “y trabajar como interbloque de manera conjunta como hacen los demás frentes en la Cámara”. “Amalia reconoce, en perspectiva, que cometió un error al no haber tomado esta drástica decisión en ese momento, cuando se advertían otros intereses soterrados de esas personas, pero evaluó que se estaba a tiempo para avanzar en la unidad en pos del objetivo – no consigna – que es la defensa a ultranza de la vida y la familia”, reveló una fuente allegada a la diputada, que se transformó en la revelación electoral el 16 de junio cuando obtuvo 287.705 votos.
Así las cosas, la líder y titular del bloque Somos Vida (hace cinco meses lo registró en el Registro de Propiedad Intelectual) hizo circular un comunicado mediante el cual da a conocer las razones por las cuales decidió no formalizar ninguna alianza con sus, ahora ex compañeros de la frustrada bancada única, en el convencimiento de “demostrar que somos diferentes al resto de la política y nos vamos a ocupar de los temas que de verdad importan”, y por los cuales, según su óptica: “lamentablemente, 4 de ellos no comparten esta visión y han decidido tomar un camino separado”.
En la misiva, Granata desliza suspicazmente los motivos por los cuales ella sospecha que sus ex compañeros de campaña decidieron emanciparse, al describir que “la política está llena de engaños y tentaciones; de falsas promesas y alianzas que se desarman y rearman al igual que se cambian convicciones como si fuera una remera”. La diputada y periodista sostiene que “nos eligieron para luchar contra la política que se hace de espaldas a la gente, en recintos cerrados y no de frente, en la calle y de manera transparente. Nos eligieron por ser independientes y no pertenecer a ninguna estructura partidaria tradicional del color que sea”, quizás en respuesta al pastor Ghione quien la había cuestionado por sus diálogos con gente de Cambiemos.
De todos modos, y en un último intento para no exponer al movimiento ProVida a la comidilla de los adversarios, Granata le propuso al pastor Walter Ghione un bloque unificado de los seis con ella naturalmente de presidente, haciéndole notar, como reza el comunicado, que no avala “traiciones, divisionismos y rosqueos de la vieja política por meros egos”.