Mitiuzen Agronegocios organiza junto a productores y empresas del sector privado el 1°Seminario Regional de la Cadena de Carne Ovina, que tendrá lugar el próximo 27 de noviembre en la Bolsa de Comercio de Rosario. Inscripción libre y gratuita en: http://mitiuzen.com.ar/seminario2019/
“Desde hace casi dos años venimos trabajando en el desarrollo de la cadena de valor de la carne ovina en la zona sur de Santa Fe, junto con cabañas especializadas en la cría de ovejas. Creemos que es una cadena productiva y comercial de alto potencial de valor agregado, que cuenta con muchas posibilidades de desarrollo en esta provincia”, destacó Jorge Cannata, director de Mitiuzen Agronegocios.
Es así que han generado encuentros de productores, industriales y comerciantes. También han desarrollado actividades de capacitación y promoción en jornadas específicas que se llevaron a cabo en el Mercado del Patio de Rosario, en la Cabaña “La Constancia” de Runciman y en Venado Tuerto durante 2018; y en el marco de las exposiciones rurales de esta última ciudad y de Rafaela en el presente año. Y cierran estas iniciativas con un seminario que tiene por desafío la integración de todos los actores para generar una verdadera cadena de valor que potencie el crecimiento de este sector.
“Con este seminario buscamos ampliar el conocimiento sobre la actividad, poniendo especial énfasis en el concepto de cadena de valor y en la integración de todos los actores. Esa fue la manera en que el sector logró un importante desarrollo en la Patagonia y sobre esa base queremos atraer a potenciales nuevos productores de ovinos en Santa Fe teniendo en cuenta que esta actividad se puede incorporar perfectamente al ciclo productivo de cada establecimiento sin menoscabar la actividad que ya está en proceso y de esa manera aumentando la rentabilidad global del negocio productivo”, añadió Cannata.
Según señaló el especialista, el centro-sur de la provincia ofrece condiciones para el negocio. Por un lado, un clima y una pastura a la que el ovino se adapta sin inconvenientes. Por otro lado, de acuerdo a la escala que uno le quiera dar no se requieren grandes extensiones de tierra para la cría, por lo que un pequeño productor puede dedicarse a la actividad, inclusive, en alguna zona periurbana de cierta amplitud. También se puede combinar con producciones de otro tipo y no requiere de una alta inversión. El ciclo de recupero, en tanto, es más corto que el del ganado vacuno.
“Con 20 hectáreas ya se puede trabajar, algo que en el caso de la soja es inviable. Pero es fundamental que el productor asuma que es un eslabón de una cadena alimentaria que debe integrarse para lograr el desarrollo”, precisa el titular de Mitiuzen.
“Santa Fe tiene potencial para consolidar toda la cadena”, asegura. “Hay cabañas que han desarrollado genética que pueden transmitir a la majada comercial y generarían políticas de cría. También hay stock y a partir de una mayor oferta, se generarían estructuras frigoríficas versátiles –multiespecie- que puedan trabajar con distintos animales y de acuerdo al consumo moderno, que es por pieza”.
El objetivo es que la carne de cordero esté disponible para el consumo cotidiano y no como un producto gourmet que sólo se consigue en algunos negocios o en época de fiestas y sin ninguna certificación de origen. Un ejemplo en ese sentido es el consumo de carne porcina, que ha crecido mucho en el país pese a ser un animal más complejo desde el aspecto sanitario.
Una cadena desarrollada también podría mirar hacia otros mercados más allá del nacional, como los países islámicos, Israel, y países de Europa.