Si bien los precios internacionales están en un buen nivel, el posible cambio de reglas de juego hace dudar a los agricultores respecto de qué pasará cuando se coseche. En estos momentos de dudas, la variable de ajuste suelen ser las inversiones en tecnología, en la búsqueda por achicar costos. Los asesores técnicos indican la necesidad de pensar en un sentido totalmente contrario. “El maíz es un cultivo que repaga ampliamente los tratamientos que se le realizan, en especial los relacionados con la nutrición”, indicó el Ingeniero Agrónomo Francisco Martellotto, Asesor Técnico en la zona Centro de Córdoba para Compo Expert. Martellotto hizo foco en lo imperioso de hacer mejores manejos para obtener mejores rendimientos finales.
Martellotto asesora una de las cuencas tamberas más importantes de la Argentina (Villa María) lo que le permite estimar que el consumo de grano seguirá firme, y la producción debería estar en línea con lo proyectado. “Hoy estimamos que va a ser igual que el año anterior, aunque había otras expectativas. Los productores deberán usar las herramientas a su alcance para obtener buenos rindes finales. Desde Compo Expert recomendamos focalizar en la nutrición en el arranque a través del fertilizante microgranulado Easy Start, que ofrece alta performance y muy buenos rendimientos”, dijo.
En la zona de Villa María un 20% de los cultivos de maíz son tempranos y se siembran hacia fines de septiembre. “En general se esperan las lluvias de primavera y comienza a sembrarse. El productor tiene que sembrar, pero lo primero que tiende a pensar es que reduciendo la fertilización va a aminorar el riesgo. Nosotros le proponemos aplicar Easy Start que en épocas de incertidumbre y crisis es la tecnología que mejor repaga. Al ser de alto impacto, se traduce rápidamente resultados, y el agricultor no tiene que esperar ciclos más largos para que la nutrición se exprese”, explicó el Asesor Técnico de Compo Expert.
Se aplica sólido a la siembra y gracias a la alta concentración de Zinc permite el rápido desarrollo de raíces de la planta y su buen crecimiento inicial. “La dosis recomendada va a variar en cuanto expectativa de rinde, pero fluctúa entre 25 y 40 kilos por hectárea. Es un iniciador de crecimiento en base a Fósforo (P), Nitrógeno (N) y Zinc (Z)”, indicó Martellotto y agregó: “Buscamos ser más eficientes con el uso de recursos y en ensayos que tenemos realizados a campo hemos medido que el impacto es notable. Dependiendo de la carencia de P y Z de suelos, mayor puede ser la respuesta. Hemos registrado umbrales de 800, 1000 a 1200 kilos, e inclusive 2000 kg/ha a igual dosis de N. Todo va a depender del estado del suelo. Cuanto mayor sea la deficiencia de P y Z mayor será la respuesta”, aceptó. Finalmente, recomendó tomar muestras de suelo para cumplir con una fertilización a tono con cada planteo propuesto. “La genética de las semillas es espectacular. Más allá del clima, es indudable que la nutrición sigue siendo la variable que más ajusta el rendimiento de un cultivo como el maíz. Así, contar con una buena nutrición desde el arranque es dar un paso más para alcanzar los mejores rendimientos”, concluyó.