La gran producción de maíz del hemisferio norte, que por estos días está siendo revisada a la baja, provocó una importante caída de precios, a nivel tal que muchas áreas de producción del país y principalmente, de Brasil, van a quedar fuera de la posibilidad de sembrar el cereal, dada la relación de valor del producto vs el flete para llegar a puertos.
Si sumamos la fuerte sequia que está ocurriendo en la zona central brasileña, tenemos hacia adelante un panorama de alta probabilidad de recupero de precios, inclusive en forma más contundente que en la soja.
Además de las buenas perspectivas futuras, la posibilidad de un año Niño y arranques con perfiles llenos, toda la estrategia de mejora de los niveles de infiltración, aporte de materia orgánica y la posibilidad de cortar ciclos de plagas, enfermedades y malezas, hacen del maíz tardío o de segunda una alternativa productiva de primer nivel.
