“Estamos en una circunstancia internacional peligrosa, vamos hacia un comercio internacional administrado. Necesitamos cadenas de valor absolutamente integradas”, consideró Gustavo Idígoras, de CIARA, en el marco de Mercosoja 2019. “Desarrollar una política de acceso a mercados lleva muchos años”, agregó. “La primera apertura de la carne vacuna al exterior llevó 7 años y medio. La Argentina tiene que definir el comercio con el mundo como una política de Estado y también como una política del sector privado e institucional”, puntualizó.
Ramiro Costa es el subdirector ejecutivo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. El economista habló del trabajo realizado recientemente por las Bolsas donde se establecieron los lineamientos que debe contemplar una agenda de competitividad. Para que el agro crezca debe tener en cuenta el fortalecimiento institucional –las Bolsas tienen más de 100 años de vida-. También se deben considerar varios puntos vinculados al aspecto económico productivo. En este caso se refirió a la alta presión tributaria. Que en el agro integran un sistema complejo y altamente distorsivo, que le quita competitividad. La apertura de mercados es otro tema clave, junto a la gestión de riesgos con herramientas desarrolladas y confiables, y reglas que impulsen y protejan la innovación, como la Ley de Semillas.
El aspecto social territorial es el tercero de los temas trabajados por las Bolsas, habida cuenta del impacto en la generación de empleo que tiene el sector y la necesidad de formar recursos humanos capaces de gerenciar el cambio tecnológico. El otro tema fue la infraestructura, de transporte, energética y digital. Y por último, el capítulo ambiental, que es estratégico y responde a las nuevas demandas sociales. Sobre este tema, Costa recordó el trabajo hecho por la Red de Buenas Prácticas Agrícolas, creada hace 5 años e integrada por 90 instituciones.
“Las instituciones siempre tuvieron importancia en la agroindustria y actualmente se está fortaleciendo esa relación. El rol de las bolsas es muy valioso”, acotó Raúl Meroi, el vicepresidente de la Bolsa de Comercio de Rosario.
“La Argentina no puede perder la carrera tecnológica. Debemos acompañar con cantidad y calidad la apertura de mercados. Tenemos problemas con la proteína de la soja. El mundo no solo quiere comer más sino también mejor”, puntualizó Alfredo Paseyro, director Ejecutivo de ASA.
El representante de ASA, conformada por 80 empresas semilleras de las cuales 65 son argentinas, “que llevan nombre y apellido”, recordó que el gobierno tuvo la oportunidad de sancionar La ley de Semillas y crear un triángulo virtuoso junto a las leyes de biotecnología y economía del conocimiento.
Ricardo Bergmann es productor miembro del CREA Monte Buey y también participó del panel en representación de AACREA. “A los productores nos falta entrenamiento para armar consensos”, dijo y destacó que las empresas deben potenciar su flexibilidad y creatividad para mantenerse y seguir creciendo. “También debemos buscar nichos que nos permitan escapar de los focos políticos y relacionarnos. Hoy el productor que está solo está peor que el que está acompañado”, expresó y destacó el aporte de los grupos CREA en ese sentido.
En medio de la incertidumbre, Bergmann recomendó a sus colegas no abandonar la tecnología, no dar grandes volantasos, utilizar las herramientas de cobertura y bajar el nivel de endeudamiento.