En la actualidad a los conocimientos desarrollados sobre suelos que trabajan temáticas que integran la nutrición de cultivos, se suman la problemática física de los suelos y su almacenamiento de agua. La porosidad de los suelos se encuentra en constante cambio y es por esta razón que los cultivos enfrentan complicaciones al memento de adquirir el agua.
Frente a grandes cambios climáticos los cultivos pierden rendimiento y los suelos se deterioran, ante esta situación es de suma importancia hacer un control sobre la salud física de los suelos, en primer lugar, para no comprometer los rendimientos futuros y de ser así, elaborar una estrategia para contrarrestar los efectos producidos.
La lluvia que antes escurría 60 milímetros por hora, hoy ingresa 60 milímetros en dos horas. La situación se complica aún más si los terrenos cuentan con pendientes, que sumados a los problemas de porosidad generán que el agua no escurra provocando más encharcamiento y lagunas. De esta manera las problemáticas se extienden por más tiempo y las soluciones resultan más costosas, explicó Alberto Quiroga, técnico especialista en suelos.
Si tomamos conciencia, hay muchas consecuencias visibles en los lotes que comprometen el desarrollo de los cultivos, como por ejemplo, el apilamiento de herbicidas. La metería orgánica y la arcilla son los materiales de unión de los suelos, lo que permite que todos los demás componentes se junten y formen grupos. A media que los suelos pierden materia orgánica, es decir agentes de unión, el suelo deteriora su estructura y así comienzan a taparse los poros, lo que deriva a problemas de drenaje y almacenamiento. Explicó.
Según Quiroga, la problemática mayor es que mucho de los procesos no son visibles, como por ejemplo los genéticos y otras consecuencias generadas por distintas variables como el agua de napa y sales. Por esta razón los diagnósticos son de importancia para contrarrestar cualquier problemáticas instalada en el suelo.
Cabe destacar que el suelo es mucho más que sus primeros 20 centimetros. El problema principal de los productores o asesores que trabajan los suelos es que solo reconocen la capa superficial, esta es la consecuencia principal de tener malos cultivos o pérdidas de productividad. La falta de diagnóstico acorta la posibilidad de aplicar soluciones simples antes de que la problemática sea mayor y a la vez más costosa explicó Quiroga, en el macro del segundo día del Congreso de Aapresid.
A modo de cierre, Quiroga enfatizó que el productor debe evidenciar las problemáticas y tener una acción rápida sobre el sistema de producción. La identificación a través de control es el factor principal para reconocer posibles problemáticas y tener un plan de acción. Más allá de los primeros 20 centímetros de suelo hay agua y recursos que pueden ser aprovechados o limitantes que pueden ser reconocidas y solucionadas.