Emprendieron hace varios años el diseño y confección de sus propios trajes de baño, incluso fabricaban para sus amigas y familiares. A finales de 2018, se pusieron firmes con “la idea” y decidieron lanzar su propia marca: Bossa Bikinis.
Se trata de Gisela Pellegrini y Carolina Miranda, amigas y socias, que debutaron este domingo con su marca en la Feria Cooltura, en Presidente Roca y el río, donde exhibieron por primera vez sus prendas de manera masiva.
Actualmente están en el proceso de registrar su marca en el INPI (Instituto Nacional de la Propiedad Industrial) para resguardar sus creaciones: “Dibujamos nuestros propios estampados y estamos en cada detalle de la prenda. Es un proceso End to End, donde abarcamos toda la cadena, desde el diseño hasta la comercialización y satisfacción de nuestras clientas”, explica a ON24 Pellegrini.
Enfocadas en la multicanalidad, con proyección a la omnicanalidad en un futuro próximo, esta primera etapa se encuentra orientada principalmente a la venta online, mediante redes sociales, pero también presentes en los canales tradicionales como tiendas de ropa de autor, showrooms de la ciudad y el canal mayorista con revendedores. “Estamos finalizando la implementación de nuestra propia tienda de e-commerce, que estaremos lanzando oficialmente la primera semana de septiembre”, subrayó la emprendedora y agregó que “incluirá envíos en toda la ciudad y a todo el país”.
El desafío de vender online
El mundo viene enfocado en la venta online y las prendas femeninas no se quedan atrás, desafiando la falta de probador: “Las mujeres hemos tomado una posición de vanguardia en cuanto a la compra online de indumentaria, lo cual está respaldado por datos concretos. La mujer de hoy es activa, es segura de sí misma, tiene otros tiempos, se encuentra ocupada, es multitasking. No podemos abordar a la mujer de hoy como a la de 10 años atrás; no hace falta convencerla, está de acuerdo con esta modalidad”.
Las titulares de Bossa Bikinis tienen clara la estrategia: apoyarse y apalancarse en la satisfacción al cliente, entendiendo que el proceso de compra finaliza una vez que el consumidor queda conforme con el producto adquirido y no cuando lo paga. “Para ello adoptamos una fuerte política, la que llamamos internamente Experiencia Bossa, en la que ponemos en el centro y como foco de todo a nuestros clientes. Para darle un marco más tangible, tenemos diseñados procesos de medición de satisfacción en cada transacción, lo cual nos permitirá detectar y corregir desvíos no deseados”, indica Pellegrini.
En rigor, el objetivo es “saber y conocer la opinión del cliente, y en el caso de ser necesario, modificar nuestros procesos en pos de la satisfacción”, apuntó y destacó además la posibilidad del cambio inmediato de la prenda adquirida en caso de no ser lo esperado o devolución del producto.
Inclusivas
La flamante marca Bossa apunta a un perfil de mujer que quiera verse y sentirse sofisticada, pero a la vez cómoda y a la moda. “Además, apuntamos a ser inclusivas, es por eso que manejamos todo tipo de diseños y talles”, finaliza Pellegrini.
