El criadero de algodón la experimental INTA- Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco)- tiene más de 60 años de historia. En todo este período, se han lanzado al mercado más de 25 variedades de algodón. “Cuando Argentina hacía casi un millón de hectáreas, el INTA llegó a ocupar casi un 70% del mercado de variedades”, cuenta el Ing. Agr. Mauricio Tcach – responsable del área de Mejoramiento Genético de Algodón del INTA.
Con el tiempo- agrega- comenzaron a ganar terreno las variedades con biotecnología, “eso generó un salto significativo en la producción y en la facilidad de manejo. Como en ese momento el Instituto no contaba con esa tecnología, el criadero perdió competitividad”.
Pero sólo con la biotecnología no alcanza, entonces el INTA- que nunca dejó de generar- decidió sumar las bondades de los dos mundos. Es así como luego de un trabajo de diez años y mediante un convenio con Monsanto, nacen estas tres nuevas variedades de algodón de alta resistencia.
Tcach, uno de los encargados de llevar adelante el desarrollo, sostiene que la nueva genética logró combinar en tres variedades los eventos biotecnológicos y germoplasma adaptado a las diferentes regiones productoras de la Argentina. Así nacen Guazuncho 4 INTA BGRR, Guaraní INTA BGRR y Pora 3 INTA BGRR.
En el mundo, casi el 50% del algodón se hace bajo riego y la variedades que se desarrollan son de ciclo largo, explica el referente. En Argentina, por nuestro clima, esas variedades de ciclo largo “no alcanzan a encontrar su estación ideal”.
Como el mercado se concentró en cubrir ciclos largos o muy cortos, los técnicos se propusieron abastecer el sector intermedio. “Eso no quiere decir que una reemplace a la otra, sino que el productor tiene más opciones para poder planificar”, advierte.
En cuanto a las especificaciones técnicas de estas variedades, Tcach sostiene que Guaraní es un material que se destaca por su elevado potencial de rendimiento, requiere suelos de muy buena fertilidad, ya que tiene la floración concentrada en el tercio inferior y medio. Por su ciclo, se adapta especialmente a siembras tardías con excelentes resultados.
En cuanto a Pora, afirma que es la variedad de mayor plasticidad, produce bien en suelos con fertilidad media y mantiene elevados valores de porcentaje de fibra para diferentes condiciones ambientales.
A su vez, Guazuncho es el material de mayor grado de indeterminación, dado que presenta una equilibrada fijación en los tres tercios de la planta. Presenta un tipo de arquitectura piramidal, con fijación cercana al tallo principal.
Una vez más la articulación entre el sector público y privado facilitó la posibilidad de desarrollar un producto de excelente calidad. Luego de un contrato de licencia con Gensus S. A., estos tres cultivares estarán disponibles para sembrar el año que viene y serán comercializados por la empresa. “El objetivo es, que a través de una red de difusión, los productores puedan ver y probar el producto”, concluyó Tcach.
Fuente: Revista Chacra