Durante el Simposio Estudiantil, organizado por el 37º Congreso de la Asociación Argentina de Producción Animal en la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), algunos de ellos expusieron sus iniciativas, con resultados que asombran.
Las disertaciones en el marco del Congreso continuaron hoy, lunes 20, y se extenderán hasta el jueves 23 en la Pontificia Universidad Católica Argentina (Av. Alicia Moreau de Justo 1680, Ciudad de Buenos Aires), con el objetivo de reflexionar sobre el presente y el futuro de la ganadería argentina y del mundo de aquí a los próximos 20 años.
Los emprendimientos presentados incluyeron la instalación de plantas para producir bioenergía en 11 municipios de la provincia de Córdoba a partir de residuos urbanos y provenientes de la actividad pecuaria, así como tecnologías de precisión para porcinos, con la puesta en marcha de un sistema automático de alimentación que integra lectores electrónicos y chips en las caravanas de los animales.
Las iniciativas integran, además, investigaciones biotecnológicas con el desarrollo de pasturas megatérmicas que mejoran la calidad, la digestibilidad y la aceptabilidad de los forrajes, y también nuevas tecnologías para la clonación y la reproducción de animales con problemas de fertilidad, en conjunto con el sexado embrionario para equinos.
Todas estas tecnologías fueron impulsadas por jóvenes que poseen entre 24 y 30 años de edad y desarrolladas íntegramente en la Argentina. Y son una realidad en el presente.
“Para resolver los problemas del futuro, no alcanza con repetir recetas, hay que tener creatividad y una formación universitaria sólida”, dijo Rodolfo Golluscio, decano de la FAUBA, al abrir la jornada, y presentar a los jóvenes emprendedores de la UBA.
11 municipios con energía generada con residuos
Uno de los emprendimientos destacados fue el Grupo IFES (Innovaciones para un Futuro Energético Sustentable), conformado en 2009 a partir del trabajo de los estudiantes de Agronomía de la FAUBA Fernando Reymundo (29), Francisco Della Vecchia (28) y Guido Casanovas (29), quienes fueron apoyados por docentes de cátedra de Química Analítica.
Dos años después de crear su proyecto, los jóvenes emprendedores de Agronomía ingresaron a la incubadora de empresas de la facultad, IncUBAgro, y avanzaron en el diseño y la fabricación de plantas de biodiesel y biogás, así como de biodigestores que se instalaron en diferentes regiones de la Argentina y en el exterior.
Hoy están encarando proyectos muy ambiciosos, según explicó Casanovas durante el Simposio Estudiantil, al referirse a la primera planta de biogás en la Argentina de alta tecnología que están construyendo en Huinca Renancó, Córdoba, para trabajar con los residuos sólidos urbanos de más de 11 municipios, a los que se incorporan efluentes sólidos generados por un frigorífico y residuos orgánicos de otras agroindustrias de la zona.
“La planta tiene capacidad para tratar más de 30 toneladas de desechos diarios en los 2000 m3que abarca el biodigestor”, señaló Casanovas, y advirtió que, además del Grupo IFES, participan del proyecto las cooperativas Fecofe (agrícola) y CEHR (eléctrica), el Ministerio de Agricultura de la Nación y la empresa Montanaro & Asociados.
La planta estaría en funcionamiento a principios de 2015. “En una primera etapa se trabajará con una potencia instalada de 120 Kwh, para luego llegar a los 300 Kwh generados a partir del biogás que se produce de la descomposición de la materia orgánica por bacterias anaeróbicas”, dijo Casanovas.
Porcinocultura de precisión
El sector porcino, que viene experimentando un fuerte crecimiento en los últimos años, tanto desde la producción como desde el consumo, está comenzando a incorporar tecnologías de última generación probadas en el exterior, que llegan a nuestro país por primera vez, con desarrollo local.
Así lo expresó Leonel Rae (26), del Grupo IntecArgentina, tras desarrollar e implementar con éxito la primera Terminal Automática de Alimentación para Cerdas en una granja de Arrecifes, provincia de Buenos Aires, junto a su socio Franco Amorosi (24). Desde 2013 el emprendimiento se integró a la incubadora de la FAUBA.
Este sistema innovador, de industria argentina, integra sensores electrónicos y caravanas con microchips para conducir a los animales por módulos de alimentación, con mejoras en la eficiencia productiva y menos costos económicos.
“Consiste en un el diseño de una terminal automática con puertas de entrada y de salida (similar a una manga), provista de sensores que pueden individualizar a las cerdas a partir de un chip instalado en sus orejas, como caravanas. Una vez reconocido el animal, el sistema suministra la ración, previamente determinada por veterinarios o nutricionistas. Transcurrido el tiempo necesario para alimentarse, la cerda vuelve al grupo”, detalló Rae.
La terminal se controla con un software desde cualquier PC, donde se puede determinar la ración diaria correspondiente a cada animal, observar las curvas de consumo y ajustarlas para cada animal, si fuera necesario. Con WI-FI en el criadero es posible gestionar de manera remota y verificar el funcionamiento del sistema en tiempo real.
Pasturas megatérmicas mejoradas
“En 2010, mientras cursábamos nuestra última materia de grado para recibirnos de licenciadas en ciencias biológicas de la UBA, encontramos un inversor que nos desafió a desarrollar una solución biotecnológica para la industria agropecuaria”, recordó Camila Petignat (29) junto a su socia Anabella Fassiano (27), al repasar el camino que las llevó a transformar un estudio universitario en un joven emprendimiento que lleva tres años de experiencia y muchos resultados.
El proyecto se denomina Neogram, innovación en verde, y cuenta con diferentes líneas de investigación que apuntan a mejorar la calidad nutricional de las pasturas tropicales y subtropicales, y a aumentar la productividad de la actividad ganadera de manera sustentable. El emprendimiento participa de IncUBAgro para aumentar sus oportunidades de desarrollo.
Una de estas líneas de investigación de Neogram se orienta a aumentar la digestibilidad de las pasturas. “Para ello generamos unas 1500 plantas con potenciales mejoras nutricionales. De esta población, testeamos 300 para nuestro marcador temprano de digestibilidad (el contenido de lignina de los tejidos)”, señaló Fassiano.
“Hasta ahora encontramos nueve candidatos con una reducción considerable en lignina, cuyo aumento en digestibilidad se estima entre 2 y 10%, lo cual implica un aumento promedio de, por lo menos, el 20% de ganancia en peso por día”, aseguró.
Además, como resultado de estas investigaciones, actualmente el emprendimiento cuenta con 96 plantas seleccionadas para la producción de azúcares solubles (fructanos), que permitirían aumentar la calidad y también la aceptabilidad de los forrajes (que sean más agradables al paladar de los animales).
“Hemos desarrollado conocimiento científico básico sobre la especie de pastura subtropical que seleccionamos y hoy contamos con información genética que podría ser aplicada al campo de la producción de bioetanol”, concluyó la investigadora.
Clonación y biotecnología de reproducción en equinos
Los emprendedores de la Facultad de Agronomía de la UBA que llegaron el Simposio Estudiantil no sólo desarrollaron empresas, sino que también lograron innovar en el ámbito de la ciencia desde laboratorios de investigación de la universidad, como es el caso de Andrés Gambini (30)
En 2010, Gambini participó del equipo de investigadores del Laboratorio de Biotecnología Animal de la FAUBA que logró obtener el primer nacimiento de un clon equino en América latina mediante novedosas modificaciones de la técnica tradicional de clonación. Esta innovación permitió generar, a la vez, los primeros nacimientos de clones de caballos de polo y salto en nuestro país y avanzar en otras biotecnologías para maximizar la reproducción y la producción animal.
El logro de los investigadores de la FAUBA fue acompañado por un hallazgo de relevancia científica denominado agregación embrionaria, que permitió mejorar sustancialmente la eficiencia de la técnica de clonación, para llevarla del 2 al 10%, gracias a la tesis de doctorado de Gambini, que ganó el premio mayor de Innovar en 2010, además de la categoría Investigación Aplicada.
“Estos avances nos permitieron incursionar en el desarrollo de otras tecnologías de reproducción para la genética considerada valiosa”, sostuvo Gambini durante el Simposio Estudiantil, al referirse a la ICSI (inyección intracitoplasmática del espermatozoide), que se aplica en animales con problemas de fertilidad, y el sexado embrionario, que permite elegir el sexo de una cría, especialmente para la industria del polo, que demanda una mayor cantidad de hembras. Hoy se ofrecen estos servicios en el Laboratorio de Biotecnología Animal de la FAUBA.