La aplicación del análisis del ADN (ácido desoxirribonucleico) en estudios de vínculos biológicos, en la investigación criminal o en la identificación de personas desaparecidas, ha sido objeto de un gran número de series televisivas que crean expectativas sobre las posibilidades de estas pruebas. En este sentido, los especialistas forenses hablan ya del efecto CSI (Crime Scene Investigation).
En la actualidad, el examen de ADN constituye la manera más precisa de determinar la identificación de un cuerpo, el linaje de varias generaciones, la historia de una etnia o la filiación paterna de una persona. Este examen, es todo un desafío para los pocos expertos que lo realizan en la Argentina.
Esta compleja tarea de los científicos se utilizó para ayudar a determinar identificaciones de personas en casos emblemáticos que ocurrieron en la Argentina, como el atentado a la Embajada de Israel o la AMIA, el accidente aéreo de LAPA o de SOL, el misterio de la hija de Perón, de los casos policiales de María Marta García Belsunce, Nora Dalmasso y para intentar resolver la búsqueda que llevan adelante las Abuelas de Plaza de Mayo.
Es importante comprender que el ADN se halla presente en todas las células con núcleo del organismo y que es el mismo en todas las muestras biológicas de cada persona.
El primer paso para realizar un examen de ADN con el fin de determinar el vínculo de paternidad, es efectuar el proceso de extracción de material genético a partir de una muestra de sangre o de un hisopado de la mucosa bucal. Las células presentes en la sangre (glóbulos blancos) o en el epitelio bucal, proveen el material genético requerido para el estudio.
Posteriormente, se realiza la ruptura de las células y la liberación del ADN, mediante el empleo de compuestos químicos como detergentes o enzimas. Una vez obtenido el ADN puro, se realiza la amplificación del material genético. Para tener varias copias de una región específica de ADN, se utiliza la tecnología de la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR). Este “gran invento” se lo debemos al premio Nobel en Química Kary B. Mullis. Mediante esta reacción enzimática, se amplifican algunas regiones reconocidas como marcadores de identificación, llamados microstélites. Una vez que están amplificadas 16 regiones del genoma humano, se debe efectuar el revelado de las reacciones, para poder comparar los marcadores genéticos analizados y observar si existen coincidencia entre los individuos estudiados. La interpretación de los resultados, nos permite obtener el perfil genético de cada individuo o de cada muestra biológica analizada.
¿Qué es un perfil genético?
Un perfil genético es un patrón de fragmentos cortos de ADN ordenados de acuerdo a su tamaño que son característicos de cada individuo.
Como cada marcador genético se identifica con un número, el perfil genético es fácilmente convertible en un código numérico sencillo de almacenar y comparar con un alto poder de discriminación. La mayoría de los perfiles de ADN que se obtienen en los laboratorios forenses se basan en el estudio simultáneo de un conjunto de 16 regiones del ADN, que están distribuidas en los distintos cromosomas humanos y que presentan una alta variabilidad de tamaño entre los distintos individuos. El número de veces que se repite esta unidad de secuencia presenta una gran variabilidad entre los individuos de una población.