A poco más de tres años de haber iniciado trabajos conjuntos entre el pueblo qom Potae Napocna Navogoh y la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), el vínculo entre docentes, estudiantes y miembros de la comunidad continua creciendo con programas de extensión, capacitaciones y asistencia técnica para cultivar y multiplicar plantas nativas, impulsar huertas agroecológicas, mejorar la calidad del agua y avanzar en la cría de animales y en la reparación de maquinaria agrícola.
“Incorporamos lo agronómico y lo ambiental respetando su cultura, su manera de concebir la relación entre la naturaleza y la sociedad, rescatando e incorporando los saberes del pueblo qom”, sostuvo Libertad Mascarini, docente de la FAUBA e integrante del Grupo de Estudio y Trabajo junto a comunidades Qom de la región Chaco, que conforman graduados, profesores y estudiantes de Agronomía junto a antropólogas y geólogos de la UBA y de la Universidad Católica Argentina.
Recientemente, el grupo logró la aprobación de un nuevo proyecto por parte del Programa de Pequeñas Donaciones de las Naciones Unidas para mejorar, de aquí a 2016, la calidad de vida de la comunidad a partir del cultivo de especies nativas, recuperar el etnopaisaje y conservar la biodiversidad, impulsar una producción hortícola sustentable junto a la cría de animales de granja y trabajar en la obtención y en el cuidado del agua para consumo humano, animal y el riego.
La iniciativa se suma a los programas de extensión en marcha, financiados por las convocatorias Universidad, Estado y Territorio (de la Secretaría de Políticas Universitarias) y UBANEX (de la UBA), mediante los cuales se está construyendo un vivero para la propagación de plantas nativas y de plantines hortícolas que se incorporarán a las huertas agroecológicas, con asistencia técnica y capacitación.
“También presentamos un proyecto de voluntariado universitario y otro de Universidad, Estado y Territorio, que están en evaluación”, adelantó Mascarini, recientemente llegada a la Ciudad de Buenos Aires desde Formosa, donde viajó junto a otros integrantes del grupo, Pablo Rush y Susana Pariani.
“Para la comunidad, estos proyectos aportarán capacitación en técnicas de cultivo, mejora en el uso del agua y del paisaje, apuntando a mejorar la calidad de vida, revalorizar sus saberes y lograr un desarrollo autónomo. También se elaborará un material bilingüe (qomlaqtaq y castellano) para contribuir a mantener y difundir los saberes adquiridos en forma escrita”, agregó Rush.
El aporte de los fierros
“El trabajo desde la Facultad está dando resultados”, afirmó Guido Botta, docente de la cátedra de Maquinaria Agrícola de la FAUBA, recién vuelto de Formosa el pasado 11 de septiembre. Viajó hasta la comunidad junto a Enrique Contessotto para entregar una máquina desgranadora de maíz restaurada en el museo de Maquinaria Agrícola “Ing. Agr. Mario César Tourn” (MUMaAg) de la FAUBA y capacitar sobre el mantenimiento y uso del tractor.
Botta se mostró alentado por integrar sus conocimientos con el grupo de trabajo: “A pesar de ser bastante antiguos, los tractores fueron útiles para transportar los troncos de palmas e ir finalizando la construcción del invernáculo”, explicó, y aclaró: “Los tractores no funcionarían si los qom no pudieran realizar el mantenimiento, y la tarea sería muy compleja”.
En este sentido, desde la FAUBA apuntan a ampliar el conocimiento de la comunidad sobre susfierros: “La comunidad cuenta con dos tractores muy antiguos, una arado de reja y vertedera bastante bien conservados, algunas herramientas y una motosierra. Pero el conocimiento sobre cómo funcionan muchas veces es bajo y empírico. Algunos reconocen un problema pero no saben por qué sucede ni como evitarlo”.
“Es importante que los docentes universitarios participemos de estas actividades, que podamos trasmitir nuestros conocimientos, en especial donde otros organismos no lo hacen, y devolver algo de lo que instituciones públicas como la UBA nos dio durante nuestra vida estudiantil y profesional”, consideró.
Un grupo interdisciplinario con historia
La relación entre los docentes universitarios y la comunidad qom comenzó a gestarse a mediados de 2011, cuando Osvaldo Bayer participó de una disertación en la FAUBA junto a Félix Diaz, qarashe (cacique) de la comunidad.
Así se creó Grupo de Estudio y Trabajo junto a comunidades Qom de la región Chaco, integrado por graduados y docentes de FAUBA (de las cátedras de Genética, Floricultura, Horticultura, Jardinería, Apicultura, Economía Agraria, Cultivos Industriales y Soberanía Alimentaria). También participan antropólogas y geólogos de la UCA y la UBA, y estudiantes de distintas carreras de la FAUBA (Agronomía, Ciencias Ambientales, Técnico en Floricultura, en Jardinería y en Turismo Rural), de Antropología, Biología y Geología.
El grupo de trabajo conforma un espacio de investigación, reflexión y acción junto a comunidades qom para contribuir a mejorar la calidad de vida, y promover un espacio académico dentro de la FAUBA que integre los conocimientos y experiencias de los diversos equipos que trabajan junto a pueblos indígenas.
El primer viaje de los docentes se realizó en 2012 y, al año siguiente, se firmó un convenio de asistencia técnica y capacitación entre la FAUBA y la comunidad qom. Desde entonces se estableció un vínculo de respeto y confianza, producto de nuevos viajes, capacitaciones, entrega de semillas y otros materiales logrados por donaciones, pero fundamentalmente del trabajo constante y conjunto.
Hacia adelante, se apunta a profundizar las líneas actuales de trabajo y a impulsar otras que surjan de las necesidades y deseos de la comunidad. Para ello, se realizan consultas en asambleas y entrevistas a las familias qom, coordinadas por la antropóloga Lorena Cardin, docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, quien facilitó el vínculo entre la comunidad y la FAUBA desde sus inicios.
“Nuestro trabajo es sólo un pequeño aporte, ya que hay un Estado ausente en muchos sentidos, que debería resolver los problemas de infraestructura, salud, educación, de la demanda del territorio ancestral de esta comunidad y de muchas otras comunidades indígenas que tienen las necesidades básicas insatisfechas y carecen de la posibilidad de desarrollar todas sus capacidades acorde a su cultura”, concluyó Mascarini. (Fauba)