El tema está planteado en profundidad en la revista de octubre de ON24, que ya salió a la venta. “Cajas flacas, pagos tensos” es el título de la nota de tapa, que resume la delicada situación que atraviesan varios sectores en sus cadenas de pagos.
De acuerdo a un informe del Centro de Investigaciones Sociales y Económicas (CISE) de Fundación Libertad, los cheques rechazados en agosto treparon un 12,7% respecto de julio y 147,3% en la comparación con igual mes de 2013.
El informe de la revista profundiza sobre esta problemática, pero, a modo de adelanto, reproducimos, a continuación, el testimonio de empresarios agrícolas y vitivinícolas.
ANTE UNA TORMENTA PERFECTA
El presidente de Maizar, Gastón Fernández Palma, dijo a este medio que actualmente en el sector agropecuario hay una fuerte lentitud en la cadena de pagos, sobre todo en las zonas aledañas a los puertos. “Las cooperativas, que siempre han sido un gran respaldo para el productor, están complicadas porque los cheques se demoran”, dijo.
Según argumentó, este escenario se explica por las siguientes razones: “Los puertos están con actividad limitada por problemas físicos, por falta de barcos para carga, por problemas sindicales y porque, al no haber ventas por las inundaciones, que impactan en la logística, no hay entrega de mercadería y por tanto, los exportadores no le pagan a los acopios”.
Señaló que esta problemática respecto a los granos “empezó hace más de un mes” y desde entonces, no sólo “se ha acentuado”, sino que se vislumbran perspectivas de mejoras para los próximos meses. “Creo que el peor escenario está por venir, porque estamos frente a una tormenta perfecta. Estamos frente a una caída del área estimada de la siembra que va a estar entre el 20 y el 25%; la soja, con la caída internacional y las retenciones, ha pasado a ser un cultivo de equilibrio muy inestable; no hay posibilidad de vender trigo porque no hay barcos ni roes; y respecto al girasol, los productores ya lo han entregado por falta de financiamiento”.
BODEGAS EN QUIEBRA
Luisa Rocha, de la Bodega Casa Araujo, explicó que si bien al momento “no hay muchos rebotes de cheques” de sus clientes, resaltó que “lo que cuesta cada día más es poner la mano en ese cheque, que tiene cada vez más plazo. Antes, te daban un cheque a 30 días; ahora esperan 30 días para darte ese cheque”.
El panorama para este rubro está lejos de ser el mejor. Según Rocha, “hay bodegas en situación de concurso y quiebra”. Es que, aseveró, existe un “sobre-stock de vino que plancha los precios” de venta, que “están al mismo nivel que en 2010”. “Los clientes se cuidan de no comprar de más por temor a no poder pagar”, añadió.
Además, dijo que “el 60% del costo operativo de un viñedo es en personal, lo que aumenta a razón de 30% anual”.
REDACCIÓN ON24
