Allí, y en su primera jornada, la Mesa Ovina Nacional encontró el espacio ideal para debatir los temas que preocupan a la actividad y plantear los nuevos desafíos de cara a la coyuntura nacional e internacional. Coordinada por CRA -representada por Daniel Lavayén- y la Sociedad Rural Argentina -por Carlos Vila Moret-, la mesa se volvió el ámbito donde confluyen las entidades de productores, la industria frigorífica, la textil; y se cuenta con la compañía del INTA, las universidades nacionales y las asociaciones de criadores.
El objetivo principal -explicaron- es hacer crecer y fomentar el desarrollo del sector ovino de Argentina, con tres pilares fundamentales: innovación, capacitación y agregado de valor. Tal como adelantaron los dirigentes que participaron en la primera jornada de ArgenCarne, son las claves para lograr una producción ambiental, social y económicamente sustentable.
Para conseguirlo, cuentan con representantes de todo el país que se encargan de identificar los principales desafíos y oportunidades de cada región y proponen en conjunto las políticas públicas que atiendan al sector, actuando como articulador entre los ámbitos público y privado. También nuclea la colaboración técnica de organismos como la Secretaría de Agroindustria de la Nación, el Senasa, el Ministerio de Producción, y las carteras de Energía, Transporte y Comunicaciones.
Ahora, trabajan en la implementación de una campaña para regularizar las existencias ovinas, y en la elaboración de una renovada Ley Ovina Nacional. Buscarán así desarrollar un sistema nacional de clasificación de carne ovina y un nomenclador de cortes. Además, y tal como en las demás cadenas cárnicas, el foco estará puesto ahora en la adopción de Buenas Prácticas y bienestar animal, y la apertura de mercados en el exterior.