Finalmente, el gobernador, Miguel Lifschitz, decidió suspender la consulta popular para la reforma de la Constitución santafesina. La movida se iba a realizar el 16 de junio junto a las elecciones generales en la provincia, pero en boletas separadas.
Además de haber recibido numerosas críticas, entre ellas, denuncias por serias deficiencias jurídicas, la consulta contaba con un bajo nivel de conocimiento. Según una encuesta que realizó este medio entre en sus lectores antes de conocerse la suspensión, un 57,7% aseguró no saber que se iba a realizar.
“Preocupados por cualquier tipo de sospechas que pueda enturbiar el proceso electoral, y como la elección -que además será disputada- es nuestra prioridad, decidimos suspender la consulta popular por la reforma”, dijo el gobernador en conferencia de prensa, acompañado de buena parte de su gabinete.
No obstante los argumentos de Lifschitz, se sabe que los cuestionamientos sobre el proceso llegaban también desde el flanco interno, apuntando el hecho de que mezclar la consulta con la elección significaba “embarrar la cancha” a sabiendas que será un votación muy ajustada para el oficialismo encarnado por Antonio Bonfatti, quien, sugestivamente, fue de los pocos cabezones del partido que faltó en la foto de hoy.
REDACCIÓN ON24