El encarecimiento de las importaciones cayó como un balde de agua fría entre empresarios agroindustriales.
Ayer, en medio de una jornada convulsionada por la amenaza de Donald Trump de finalizar intempestivamente las negociaciones con China y subir aranceles a los productos asiáticos, el gobierno nacional publicó una resolución con la que elevó a 2,5% la alícuota de la tasa de estadística contemplada en el artículo 762 de la Ley N° 22.415 (Código Aduanero) y sus modificaciones, la cual resultará aplicable a las destinaciones definitivas de importación para consumo y a las destinaciones suspensivas de importación temporaria.
Con ello, las importaciones temporarias de soja pasan a tributar una tasa superior del 0,5% que pagaban hasta la fecha, lo cual obliga a ajustar los números para la rentabilidad de la operación.
Mensaje va, mensaje viene, los grupos de Whatsapp no dejaban de reflejar el enojo por la medida que no tuvo anuncio previo y que abona el terreno para otras especulaciones, como por ejemplo, que el gobierno decida retocar el régimen de retenciones en línea con las versiones que circularon hasta la semana pasada, que señalan la existencia de recomendaciones por parte FMI para avanzar en ese sentido.
A pesar de que el secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, desechó esa posibilidad, la resolución publicada ayer volvió a despertar suspicacias, dado que el gobierno justifica el encarecimiento del régimen en la necesidad de “equilibrar las cuentas públicas y eliminar el déficit primario a partir del año 2019”.
Este régimen de importación temporaria permitió a las aceiteras hacerse de materia prima a pesar de la sequía. Del total importado el año pasado unas 1,78 M de ton tuvieron como origen Estados Unidos y en lo que transcurre del 2019 el volumen de dicho origen es de 286.214,66 toneladas.
REDACCIÓN ON24
