Los directores de los servicios meteorológicos de Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia se reunieron para el lanzamiento del proyecto “Sistema de Información sobre Sequías para el sur de Sudamérica”, en el componente financiado por el BID.
El encuentro reunió, además, a los líderes del proyecto SISSA, representantes de agencias de la región, autoridades de gobierno de los países del cono sur y referentes de organismos no gubernamentales vinculados a la gestión del riesgo en el sector agropecuario.
El Centro Regional del Clima para el Sur de Sudamérica –integrado por los 6 países del cono sur, encabeza el proyecto SISSA, que cuenta con la financiación conjunta del BID y de Euroclima+, programa de la Unión Europea destinado a apoyar la implementación de los compromisos del acuerdo de París.
Los líderes del proyecto, Guillermo Podestá y María de los Milagros Skansi, encabezaron los debates acerca de aspectos técnicos sobre el monitoreo, como tipos de estaciones con que cuenta la región, cómo se integran al proyecto, normas de la Organización Meteorológica Mundial para el registro y verificación de datos climatológicos, bases de datos, etc. Además se discutieron aspectos metodológicos del pronóstico de sequías, con miras al desarrollo de productos que respondan a las necesidades de los usuarios y que sean útiles para el diseño de políticas públicas proactivas frente a los eventos de sequía.
El SISSA frente a la sequía
La sequía es el desastre natural más dañino y a la vez es el más difícil de monitorear, identificar, analizar y gestionar. El sur de Sudamérica depende en gran medida de la lluvia para sostener su enorme producción de cereales y oleaginosas. Cinco de los diez principales países productores de soja están en la región.
El SISSA desarrollará índices y productos que permitan monitorear el inicio, intensidad, extensión espacial y finalización de una sequía. El sistema también implementará técnicas modernas para el pronóstico de la evolución temporal de una sequía. Además de los aspectos climáticos, el SISA desarrollará herramientas para estimar el tipo y magnitud de posibles impactos sobre diferentes sectores y actividades en base a las condiciones de sequía observadas o pronosticadas.
“El propósito del SISSA es reemplazar las acciones reactivas frente a eventos de sequía por un enfoque proactivo. La respuesta más frecuente a una sequía es la asistencia de emergencia una vez que el evento se torna en una crisis. Estas respuestas generalmente son apuradas e ineficientes. Un enfoque proactivo, en cambio, involucra acciones de planificación y preparación anteriores al evento, que permitan gestionar riesgos y reducir vulnerabilidades”, explica María de los Milagros Skansi, responsable técnico del proyecto por Argentina.
En los primeros tres años, el SISSA se enfocará en el estudio de impactos de la sequía sobre tres sectores socioeconómicos: la producción agropecuaria, le generación de energía hidroeléctrica y el transporte fluvial de bienes y mercaderías.
El SISSA aportará información útil para la toma de decisiones de gobiernos e instituciones no gubernamentales, públicas y privadas, y contribuirá al diseño de políticas públicas y acciones de planificación y preparación tendientes a mitigar los daños, aumentar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad frente a la sequía, el desastre natural con mayor impacto económico.