En el mes de febrero de 2019 la producción fue de 668,3 millones de litros de leche, este valor representa una disminución del 18,5% respecto al mes anterior (cabe acotar que eso es mes contra mes, en lo que respecta al promedio diario, ya que son 28 días contra 31, la caída fue del 9,8% intermensual) y una caída del 9,8% en comparación con igual mes del año anterior. El acumulado de los dos primeros meses de 2019 arrastra una caída del 8,5% respecto a 2018. La media móvil de los últimos 12 meses indica un crecimiento interanual del 1,6%.
Toda esta información fue provista por el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), sobre datos de la Dirección Nacional de Lechería, dependiente de la Secretaría de Agroindustria.
“Habitualmente la producción alcanza su pico de mínima en el mes de abril, por lo cual el descenso continuará, siendo entonces factible que la disponibilidad de materia prima leche sea inferior al año anterior (entre un 6 a 8 % en el 1° cuatrimestre), lo cual sumado a los bajos stocks y una mejora en el plano internacional (tipo de cambio y precios) redunde en una fuerte puja de la demanda por materia prima leche”, reportó el OCLA.
Cabe destacar que el experto Marcos Snyder señaló en un informe de su portal Dairylando.com que “acentuando el mal presagio para la evolución de la producción, el primer cuatrimestre de 2019 puede resultar el peor cuatrimestre de los últimos 10 años y caer -9% con respecto al 2018”.
Según la proyección realizada por las empresas que representan alrededor del 60% de la producción total del país, las caídas interanuales ya constatadas, persistirían hasta mayo inclusive. A partir de junio se prevén tasas positivas y, en general, crecientes hasta fin de año. De cumplirse estas perspectivas, el primer semestre cerraría con una baja del 4% interanual, que se iría corrigiendo durante la segunda parte del año, previéndose un cierre con una producción acumulada en torno de +/- 1,0% respecto al año 2018.