Por cuarto año consecutivo, Fundación Libertad celebró su gran cena en la ciudad de Buenos Aires. Con una convocatoria de más de mil doscientas personas, entre las que se encontraban empresarios, funcionarios, intelectuales, personalidades del espectáculo y, como invitados de honor, el presidente Mauricio Macri y el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. El evento tuvo lugar en el salón central del Complejo Golden Center, en Parque Norte y contó con el apoyo de la Fundación Internacional para la Libertad
Tras la apertura de las acreditaciones, comenzaron a pasar por la alfombra roja los invitados, entre los que destacaron Marcos Peña (jefe de gabinete), Luis Almagro (secretario general de la OEA), Jorge Faurie (canciller), Guillermo Dietrich (ministro de Transporte), Mark Kent (embajador británico), Ricardo López Murphy (economista), José Luis Espert (economista), Gustavo Ferrari (ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires) y Cristiano Rattazzi (presidente de Fiat).
Ya en el salón, Mauricio Macri mantuvo un cargado diálogo con Vargas Llosa, quien le consultó acerca del porqué de la crisis argentina. “Acepto que capaz perdimos un año en términos fiscales – dijo el Presidente -. No arrancamos de entrada a reducir el gasto público y nos pusimos metas de inflación que no coincidían con el déficit fiscal”. A lo largo de su exposición, remarcó el rol del campo en la recuperación económica y remató: “Hay una contienda electoral dura. Hay gente que está convencida de que se puede seguir sin trabajar, pero creo que los argentinos no vamos a volver atrás”.
Macri se llevó una ovación al responder la consulta del escritor peruano acerca de si cambiaría su política en caso de ser reelegido. “No pudimos ir acorde a lo que habíamos dicho que iba a hacer. Ojalá hubiera un (Juan Román) Riquelme que te salve hoy. Si ganamos esta elección vamos a ir en la misma dirección, lo más rápido posible”, aseguró.