Rosa Romano está internada en la Fundación Favaloro hace un mes a la espera de un trasplante bipulmonar. La situación, que ya era crítica de por sí, se volvió ahora urgente al punto de pasar al estado de emergencia nacional.
La señora está conectada a un Ecmo (oxigenador de membrana extracorpórea) que reemplaza las tareas del pulmón, que ya no le funciona. Esta máquina extrae la sangre de Rosa, la filtra para sacarle el dióxido de carbono y la vuelve a ingresar al cuerpo. Es una técnica invasiva y que marca un punto de no retorno, el trasplante debe hacerse sí o sí, ya no queda otra opción. Además, debe hacerse inmediatamente porque el Ecmo puede ser utilizado durante un máximo de 30 a 40 días, después de los cuales se torna verdaderamente peligroso por los riesgos de infección. Rosa está, por lo tanto, en una cuenta regresiva.
Esta rosarina de 57 años, profesora de educación física y madre de dos hijos y una hija, es una fuerte luchadora por la concientización respecto de la importancia de la donación de órganos. Nicolás, uno de sus hijos, relató que la enfermedad la aqueja desde hace 7 años y que Rosa siempre cuidó su salud. “Empezó con agitaciones por haber tenido algunas neumonías seguidas, pero nunca fumó ni estuvo expuesta a agentes de riesgo hacia sus pulmones. Desde que le diagnosticaron la enfermedad trató de hacer una vida lo más normal posible”, señaló a La Capital.
Ignacio, su otro hijo varón, fue muy enfático respecto de que, más allá de lo que pase con su madre, lo que ellos quieren es que se tome verdadera conciencia de lo importante de donar órganos. “Es fundamental que se entienda por qué es necesario donar órganos. Y esto va más allá de lo que pase con mi vieja. La gente no se da cuenta de que puede realmente salvar una vida donando órganos y cae en los mitos y los miedos que son producto de la desinformación general que hay sobre el tema. A nosotros nos importa que se difunda esto para que la gente empiece a comprender que tiene que donar órganos y que la frase que dice que donar órganos salva vidas, que a veces parece vacía de tanto que se repite, es absolutamente cierta”.
Nicolás también hizo hincapié en la concientización por la importancia de salvar vidas a través de una donación, a partir de lo que está viviendo con su madre. “Tratamos de hacer un poco de ruido para seguir concientizando a la gente que donar órganos, de personas que están directamente sin posibilidades de vivir, salva la vida de los demás”.
