El gigante dormido, finalmente, se despertó. Visa, la marca de tarjetas más usada del mundo, anunció el lanzamiento en la Argentina de VisaNet, su red de procesamiento de pagos.
La movida se enmarca tras un 2018 intenso en cuanto a las novedades de la industria financiera local.
En primer lugar, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) exigió la desregulación del mercado de tarjetas, ya que solo dos empresas concentraban la emisión y la adquiriencia, es decir, el precesamiento de transacciones.
La compañía acaba de vender el 51% de sus acciones al grupo estadounidense Advent por u$s725 millones, en el marco del proceso de desinversión ordenado por la CNDC.
Su competencia, First Data, manejaba Mastercard en exclusividad hasta hace unos meses, cuando Prisma consiguió la licencia para hacerlo. Comercializa los dispositivos de cobro POSNet y lanzó hace más de un año las tarjetas contactless, que permiten que los usuarios paguen más rápidamente sólo apoyándolas sobre un lector.
En segundo lugar, durante 2018 irrumpieron los pagos móviles, con la aparición de las billeteras virtuales –MercadoPago, TodoPago y ValePEI, por citar algunas–, que ofrecen la posibilidad de abonar compras con códigos QR.
La modalidad fue todo un éxito. Según señalaron desde Red Link a iProUP, la tasa de crecimiento de estas aplicaciones supera el 500% anual. MercadoPago fue la de mayor participación: ya la utilizan más de un millón de argentinos.
A esto hay que agregar el gran momento que registran las financieras de base tecnológica: según datos de la Cámara Argentina de Fintech, la industria crece al 110% anual, además de generar 6.000 empleos de forma directa y más de 90.000 de modo indirecto.
Con todos estos ingredientes, Visa no dudó en traer su infraestructura a la Argentina, con la que potenciará el ecosistema de pagos digitales local.
VisaNet permite que sus más de 3.300 millones de tarjetas en el mundo se usen en 53 millones de comercios y 2,7 millones de cajeros automáticos de más de 200 países. Y es capaz de procesar más de 65.000 transacciones por segundo.
Pagá con lo que quieras…
En la Argentina, Mastercard aprovechó antes el buen momento de la digitalización de los pagos. No sólo tomó la delantera con la tecnología contactless, sino que se asoció con algunas fintech locales: sus tarjetas son ofrecidas por Wilobank y Ualá, por ejemplo.
Recién este mes, con la aparición de Brubank, la banca digital del ex Citi Juan Bruchou, Visa surgió en el panorama fintech argentino. Y, a través de Prisma, prepara la revolución contactless: los principales bancos ya están comenzando a entregar los plásticos.
No obstante, la llegada de VisaNet apunta a objetivos más ambiciosos: habilitar todo su arsenal de modalidades de pago, algunas de las cuales hasta tienen ribetes futuristas para el hasta ahora poco aprovechado mercado argentino.
Esto está apalancado en la posibilidad de la “multiadquiriencia”, es decir, los nuevos equipos POS de Prisma y First Data podrán incluir a VisaNet u otros proveedores para procesar los cobros.
“En un futuro cercano, los usuarios de Visa y los comercios accederán a servicios más sofisticados, como las billeteras digitales, pagos directos entre personas y nuevas soluciones, como el uso de tokens para dispositivos conectados”, afirma la compañía.
Estos “tokens” posibilitan que en las transacciones se use información que remita a los plásticos sin exponer los datos sensibles que, de otra manera, podrían ser usados para clonar tarjetas u otros fraudes.
De esta manera, VisaNet analiza implementar los cobros desde celulares, autos y relojes inteligentes. La firma afirma que hasta los electrodomésticos se podrán utilizar para abonar compras de manera no presencial.
Por ejemplo, una heladera inteligente puede combinar la plataforma de VisaNet y la app de un supermercado para que el usuario pida aquellos alimentos en cuanto detecte faltantes, los pague a través de la pantalla del electrodoméstico y los reciba en su hogar.
Asimismo, la compañía abrió a nivel global esta plataforma a los programadores independientes para permitirles el desarrollo de soluciones de pago que se “embeban” en cualquier tipo de dispositivo conectado a Internet.
Sin embargo, el primer paso consistirá en habilitar los cobros contactless con el celular, ya que esta tecnología permite que una billetera virtual contenga la información de varias tarjetas y que sólo haya que apoyar un teléfono con NFC en una terminal para abonar.
Además, podría suponer la llegada al país de los monederos digitales de los gigantes de Internet que aprovechan esta modalidad, como Google Play, Apple Pay y Samsung Pay, socios de Visa en otros países.
“Hay grandes oportunidades para la adopción de nuevas tecnologías e innovaciones en medios de pagos electrónicos en la Argentina. Estamos comprometidos con seguir trayendo nuestros productos, servicios y soluciones”, remarca la empresa.
Pero la empresa también tiene vía libre para apostar a su propio servicio de pagos con QR, conocido como mVisa, que competiría principalmente con MercadoPago. Desde Visa no adelantan detalles “por cuestiones estratégicas”.
“Lo que sí puedo decir es que en Visa estamos permanentemente analizando y evaluando las necesidades y prioridades para cada mercado, y en diálogo continuo con los actores del ecosistema de pagos para innovar y llevar las mejores soluciones a consumidores y comercios”, asegura una alta fuente de la firma.
La llegada de VisaNet está en sintonía con el despliegue de los nuevos terminales de pago de Prisma y First Data, y de sus esfuerzos para expandir los cobros contactless.
Con esta tecnología, el cliente “ya no tendrá que hacer colas tan largas para firmar un cupón y perder tiempo en el punto de venta”, señala Agustín Parodi, gerente de Productos Adquirentes de la división Medios de Pago de Prisma.
Y agrega: “Va a cambiar todo el proceso, pero respetando los estándares de seguridad. Se ganará mucho tiempo y cambiará completamente el flujo de compra con respecto a lo que estamos acostumbrados”.
El plan de Prisma será avanzar primero con los comercios que “se llevarían mejor con el uso diario del contactless, como supermercados y estaciones de servicio”, ya que se evitarían las largas filas por la agilización del proceso.
“Este sistema no exige la firma del comprobante, ni exhibición del DNI por compras de hasta $1.000”, informa Banco Macro, que acaba de anunciar que todas las renovaciones y reimpresiones de sus tarjetas contarán con esta tecnología desde febrero.
La revolución contactless reeditará la pelea entre los terminales de pago más usados por los comercios: LaPos, de Prisma; y POSNet, de la estadounidense First Data.
Esta última anunció a fines de 2018 su fuerte apuesta en sistemas de cobro integrales que aceptarán la tecnología sin contacto.
De hecho, la Argentina será el primer país de Latinoamérica y quinto del mundo (luego de los Estados Unidos, Canadá, Alemania y Reino Unido) en el que introducirá sus terminales Clover.
Estos dispositivos contarán con pantallas táctiles, conexión a Internet Wi-Fi y 3G y compatibilidad con tarjetas con banda magnética, chip y contactless.
Además, integrarán un software para monitorear las ventas, gestionar datos del personal y permitir la instalación de apps, para así ampliar las funcionalidades del equipo en base a la información que se genere en las transacciones.
Con una apuesta millonaria, First Data Cono Sur espera alcanzar los 200.000 comercios adheridos. Para ello puso en marcha la campaña Aceptadores, una comunidad online de Pymes en la que, a través de capacitación, promociona sus terminales.
Por otra parte, la rivalidad entre las dos marcas de tarjetas de crédito inauguró un frente de batalla en el ámbito de las criptomonedas: ambas pujaron por la empresa británica Earthport, pero finalmente Mastercard ganó la contienda al ofrecer u$s307 millones.
La empresa que adquirió implementa la plataforma de Ripple para abaratar y agilizar los pagos transfronterizos sin pasar por los bancos. Se estima que el mercado de transferencias internacionales ascenderá a los u$s30.000 millones en los próximos tres años.
El futuro llegará en el corto plazo: celulares, smartwatches, autos conectados y hasta electrodomésticos inteligentes se convertirán en billeteras. Y las tarjetas de crédito, al menos en su versión “plástica”, seguirán su camino hasta convertirse en algo del pasado.