Toda la cadena de producción de pollo mantiene un constante trabajo de superación para lograr la mejor calidad y la máxima seguridad en los alimentos. El Centro de Información Nutricional de la Carne de Pollo (CINCAP) se suma al esfuerzo para que los usuarios conozcan los productos que consumen y da a conocer qué controles se realizan.
Todas las partes del pollo se someten a distintos exámenes que tienen por objetivo detectar microorganismos como pueden ser salmonellas, Escherichia coli, estafilococos, entre otros. Para esto se analizan todos los pollos, tanto los que serán destinados para consumo interno como para exportación, porque permite garantizar que la carne sea un alimento confiable desde su origen.
Para una mayor efectividad, se da una integración vertical en lo que respecta a los exámenes de calidad, es decir, cada empresa traza y controla sus programas de bioseguridad, sanidad e inmunidad. Esto ofrece una garantía especial porque se cuenta con la información y el seguimiento de todo el periodo de vida y procesado de los pollos.
Es gracias a estos controles que la industria se convirtió en una de las más eficientes del mundo, además de la incorporación y renovación permanente de tecnología y equipamiento, y de la capacitación sistemática de sus profesionales, staff técnico y operarios.
En toda la cadena se aplican programas específicos de buenas prácticas, como es el de “Control y Análisis de Riesgos y Puntos Críticos”. Un sistema de trabajo donde el compromiso por la calidad, la seguridad y la garantía del producto final involucra a toda la gente que trabaja en la empresa en forma personal y en equipo, con entrenamiento permanente.
También se destaca la labor del SENASA que, en cumplimiento de las normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y bajo la reglamentación del Codex Internacional, tiene en vigencia el Plan de Control de Residuos e Higiene de los Alimentos. Este plan cubre todos los productos comestibles de origen animal y vegetal, que son inspeccionados por muestras tomadas al azar y analizadas en laboratorios de la red del servicio nacional.
Para mayor garantía, CINCAP recomienda verificar la identificación del pollo, el productor responsable y el número oficial de habilitación del establecimiento por SENASA impreso en el envase.
NÚMEROS. En Entre Ríos y Buenos Aires se ubican el 88% de las granjas de pollos y el 58% de los establecimientos productores de gallinas ponedoras. La actividad demanda 3,6 millones de toneladas de maíz y 1,6 millones de toneladas de soja al año.
El mercado local absorbe el 90 % de la producción, con un consumo de 45 kg/persona/año y para este año, se proyecta que el consumo de huevos alcance las 280 unidades por persona en el año. Mientras que los envíos por exportación se distribuyen en más de 14 destinos cuyos principales destinos son Japón, Costa Rica, Chile, Austria, Cuba, Rusia y Colombia.
Fuente: CINCAP