Se limitarían las dosis de fertilizantes y los tratamientos a semillas

Con la intención de salir ilesos de la campaña 2014/15, los planes para la campaña gruesa se centran en evitar mayores daños económicos, gastando poco, entre otras cosas a través del retaceo de tecnología.

El ultimo informe del GEA indica que, a dos semanas de la siembra, no están claras las intenciones de implantación de maíz. Si bien, en general, el cereal estaría fuera de los planes en lotes arrendados, llama la atención que en muchos campos propios también se dilaten las decisiones de siembra. Da la impresión que el cereal quedaría relegado a una mínima porción de lotes propios. Ello no quita una posible recuperación de la intencionalidad de  siembra, pero parece el escenario menos probable en la actual coyuntura. La caída de siembra podría ser mayor al 20% que se preveía hace dos semanas. En regiones como Marcos Juárez, por citar un ejemplo, la intencionalidad de siembra transmite una baja del 30%. Hay ejemplos como los de la zona de Lincoln, donde por primera vez en 18 campañas muchos campos en los que la rotación se respetó a rajatabla no sembrarán maíz para grano. Allí, los costos de la 2014/15 y la sobreoferta de un maíz tardío, que presentó alta humedad, juegan en contra de los planes de siembra. Muchos técnicos manifiestan su preocupación por el efecto que significaría que el cultivo de maíz quede fuera de la rotación. El menor aporte de rastrojos expondrá a los suelos a mayores  procesos erosivos, alejándose del concepto de producción sustentable.

En este contexto, el GEA de la Bolsa de Comercio dice que la soja ganará hectareaje, desplazando al maíz. La oleaginosa es considerada por productores y técnicos como un cultivo de supervivencia, en donde se ajustaría el paquete tecnológico a una mínima expresión en la búsqueda de reducir costos lo máximo posible.

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