La sobre oferta es una constante en los últimos tiempos. Los paises productores de vino, han crecido con una gran rapidez, y aunque la demanda acompaño el movimiento, si analizamos la foto vemos que las variables que intervienen son más complejas de lo que parecen.
Los mercados con historia, como el inglés, están saturados e inundados de marcas nuevas que bombardean al consumidor y mareado vuelve a los orígenes, a lo que le brinda seguridad, a los clásicos. No es que estos mercados no puedan crecer en volumen, pero probablemente estén saturados de competencia. Una oferta variada en exceso, con competencia voraz al punto de ser una guerra de precios y descuentos en donde cada centavo es significativo, y las acciones promocionales pueden catapultar o condenar una marca. Son mercados vidriera, y donde productores de alrededor del mundo quieren estar a toda costa. Y esto último es literal, ya que hay marcas que por solo tener presencia y un buen “share” en el mercado resignan márgenes al punto de que el negocio sea “break even” o inclusive, van a perdida, creyendo que esto impactara en otros mercados con los que compensaran esa pérdida.
En este contexto, México es un mercado completamente opuesto. Joven e inmaduro, con mucho por trabajar y pulir, pero con un gran potencial para el desarrollo del negócio, tiene muchos factores favorables. Una Industria de producción nacional, que aunque todavía no es de categoría internacional, fomenta el consumo de la bebida y genera orgullo nacional. Concentración de población y de dinero. Por solo mencionar el Distrito Federal, concentra 23 millones de habitantes aproximadamente, y es una de las 10 ciudades más pobladas del mundo. Y una población ya acostumbrada a beber, con un consumo de tequila, mezcal y otras bebidas espirituosas, que supera la media global. Por todo esto, hoy Mexico e sun gran mercado para desarrollar. Aunque poner el ojo, no garantiza el éxito. El desarrollo debe ser pensado y con acciones que tengan sentido en el contexto del mercado. Un consumidor que recién se esta empezando a instruir en la bebida y que esta cambiando la botella de tequila o mezcal de su mesa por una de vino.
Con estrategias pensadas para cada distrito o estado o ciudad, ya que todas tienen distintos factores determinantes, y poniendo foco en un desarrollo de marca argentina, hay una gran oportunidad por delante. Por ejemplo, el Estado de Baja California, recibe turismo americano de alto poder adquisitivo todo el año. Los márgenes del negocio del vino allí, son astronómicos y con un buen trabajo y posicionamiento de marca, hasta se podría solventar una acción de posicionamiento a largo plazo en ciudades que necesitaran de una inyección mas grande como el DF o Monterrey. La estrategia sera completamente distinta en las costas basadas por el mar caribe, en el sur del país, donde el turismo que recibe tiene otro perfil, mas conservador y menos gastador, y que prefiere paquetes “all inclusive”.
Por todo lo expuesto, es Mexico un claro dentro dentro del gris futuro comercial del mundo vitivinícola. Una industria que necesitara reinventarse comercialmente en mercados saturados, pero que podría beneficiarse de mercados todavía virgenes como el mexicano.
Fuente: marketing registrado