Por Daniel Cipollone, gerente de auditoría de PwC Argentina
En nuestra actualidad contable, vuelve a escena la reexpresión de los estados financieros (EEFF). La evolución de las diferentes variables económicas, entre ellas el incremento en el nivel general de precios, obligó a enfocarnos en la definición de moneda homogénea en la confección de la información contable, ya que para generar los EEFF, requerimos de una moneda que actúe como unidad de medida de las diferentes partidas que los conforman. Para garantizar la comparabilidad de las cifras, se requiere que las mismas deban estar expresadas en moneda de similar poder adquisitivo. Una economía inflacionaria atenta contra este principio.
El objetivo de la reexpresión de los EEFF es homogeneizar la medición de las diferentes partidas que los integran, permitiendo mejorar la comparabilidad de información originada en distintos períodos, perfeccionar la expresión del patrimonio, clarificar la exposición de su solvencia y rentabilidad, incrementar las herramientas para el control de gestión, reflejar la pérdida (o aumento) de valor de activos y pasivos ante las variaciones en el poder adquisitivo de la moneda. En resumen, se incrementa la calidad de la información para la toma de decisiones.
Marco normativo vigente
Nos enfocamos en lo que establecen las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y las Normas Contables Profesionales Argentinas (NCPA), alineadas en la metodología de aplicación y reexpresión de información financiera.
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¿Cuándo se deben reexpresar los EEFF?
Las NIIF establecen la reexpresión en moneda homogénea de los EEFF para aquellas entidades cuya moneda funcional responde a una economía en condiciones de ser considerada de “alta inflación”. Es importante la definición del momento a partir del cual se cumplen esas condiciones, para lograr uniformidad en la identificación de un entorno económico que requiera dicha reexpresión. Específicamente la Norma Internacional de Contabilidad (NIC) 29 establece ciertos indicadores cualitativos y un factor cuantitativo que, en la práctica internacional, es considerado relevante y se presenta cuando la tasa de inflación acumulada en tres años sobrepasa el 100%. Determina que, para cuantificar la tasa de inflación acumulada, nos debemos remitir a un índice general de precios que refleje los cambios en el poder adquisitivo de la moneda.
Conforme a los índices publicados por las estadísticas públicas en los últimos tres años, se alcanza una tasa de inflación en dicho período, que acumulada al 30 de junio de 2018, se ubica por encima del 100%. Por esta razón, la economía argentina debe ser considerada como de alta inflación a partir del 1° de julio de 2018. Por lo tanto, las sociedades que utilicen NIIF como marco contable de sus EEFF, deberían reexpresarlos para aquellas publicaciones que se realicen a partir de dicha fecha.
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Metodología de reexpresión
Es establecida por la NIC 29 que, no solo comprende la reexpresión de la información financiera del presente ejercicio, sino también los saldos comparativos que se presenten, desde su origen o desde el momento en el cual se realizó la última, para ello debemos remontarnos al año 2003.
Durante un período de alta inflación, toda entidad que mantenga un exceso de activos monetarios perderá poder adquisitivo, y quien mantenga un exceso de pasivos monetarios lo ganará, siempre que tales partidas no se encuentren sujetas a un mecanismo de ajuste.
El método dispone que los activos y pasivos monetarios no serán reexpresados, dado que ya se encuentran indicados en la unidad de medida corriente al cierre del período sobre el que se informa. Los activos y pasivos que se encuentran sujetos a ajustes, en función de acuerdos específicos, se ajustarán en relación con tales acuerdos. Tampoco es necesario reexpresar las partidas no monetarias medidas a sus valores corrientes al final del período. Los restantes activos y pasivos no monetarios serán aquellas partidas que deban ser ajustadas por un índice general de precios. La pérdida o ganancia por la posición monetaria neta, se incluirá en el resultado neto del período, revelando esta información en una partida separada dentro del estado de resultados.
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Marco contable local
Las NCPA, específicamente la Resolución Técnica (RT) 17 de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas (FACPCE) en su sección 3.1, considera a los efectos de determinar el punto de partida desde el cual se deben reexpresar los EEFF los mismos factores cualitativos y cuantitativos descriptos por las NIIF. La metodología de reexpresión dentro de las NCPA la encontramos en otra norma separada, la RT 6.
La FACPCE recientemente emitió la Resolución de su Junta de Gobierno 539/18, la cual establece que se dan las condiciones para que sean reexpresados los EEFF. Debido al esfuerzo que reviste el ajuste de la información contable, la FACPCE estableció, para el caso de las entidades que apliquen como marco contable las NCPA, un período de transición para optar por no ajustar para períodos o ejercicios finalizados hasta el 30 de diciembre de 2018. También se dispusieron ciertas simplificaciones al método previsto por la mencionada RT 6.
Escenario actual
Más allá del consenso nacional e internacional sobre la necesidad de reexpresar los EEFF, dentro del marco legal argentino, se encuentra vigente el Decreto 664 del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) -emitido durante el año 2003- que no permite la presentación de EEFF reexpresados ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), Banco Central de la República Argentina (BCRA), Inspección General de Justicia (IGJ), Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), y otros organismos federales de control societario. La revisión y derogación del mismo, en estos momentos bajo tratamiento parlamentario, es condición necesaria para resolver el enfrentamiento entre los requerimientos contables y legales vigentes.
En este marco debemos trabajar tanto las empresas, los reguladores y profesionales de manera conjunta para permitir que se genere información financiera útil para la toma de decisiones, brindando confianza al mercado sobre la calidad de la información generada.
