Los más de 200 mm que cayeron en vastas zonas de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos tienen un doble efecto: por un lado, se retrasa la cosecha del trigo que además podría enfrentar problemas de calidad y menores rindes y por el otro, se demora la siembra de maíz y soja y, en muchos lotes, surge la posibilidad de tener que resembrar.
Las labores de maíz, que venían avanzadas contra otros años, en los últimos días por causa del clima prácticamente se detuvieron y cubren el 36% de la superficie. En soja siguen mostrando un leve retraso contra el año pasado y alcanzan al 22% del área.
Para el trigo el panorama difiere según la zona. En el norte avanza la cosecha que ya cubre el 16% de la superficie. Las provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos podrían enfrentar problemas de calidad y rinde por las recientes lluvias, aunque esta situación no es pareja en toda el área. La región del sur de Buenos Aires no registró tantas precipitaciones y, a pesar de las heladas de la semana pasada, se mantienen las expectativas de altos rindes.
Los precios del cereal no respondieron a los eventos climáticos con grandes sobresaltos. De hecho, el futuro enero del Matba se mantiene en los u$s 186 desde comienzos de mes. Es decir, no tenemos un movimiento marcado y definido ni a la suba, por los problemas productivos que puede haber causado el clima, ni a la baja por el ingreso de la mercadería al circuito comercial.
Lo que sí está claro es que por diferir la entrega del cereal hacia marzo o julio se pueden capturar tasas atractivas. Por ejemplo, la tasa implícita a marzo es cercana al 35% anual en dólares, muy interesante para analizar alguna otra forma de financiarse en cosecha para no vender el trigo y ponerle precio para marzo.
A nivel internacional el tema del momento sigue siendo el conflicto entre Estados Unidos y China ya que el mercado tiene la esperanza de que en la reunión del G20 a fin de mes puedan reunirse ambos presidentes y retomar las negociaciones.
El comportamiento de los precios de la soja va a depender de si se llega o no a un acuerdo y en función a eso, a cómo se reparte el flujo internacional. Recordemos que Estados Unidos prácticamente ya termina de cosechar una producción récord y que el USDA en el último informe si bien recortó los rindes también bajó la demanda de exportación justamente por menores ventas hacia China y esto llevó los stocks finales al nivel más alto de la historia.
Es decir, el panorama desde los fundamentals es pesado para la soja y hay que sumarle los más de 170 millones que se esperan desde Sudamérica.
De todos modos, si bien avanzan las siembras (vienen muy bien en Brasil) aún falta mucho para que se materialicen las producciones y el clima podría dar una chance para tener nuevas oportunidades de precios. Lo mismo se aplica al maíz, con la diferencia de que el escenario mundial es más ajustado por una demanda que se sostiene.
Más allá de las expectativas, es bueno empezar a considerar algunas herramientas para cubrir al menos un porcentaje pequeño de la producción estimada, de manera de minimizar riesgos frente a mayores bajas. La compra de Put permite fijar pisos para la venta al mismo tiempo que da la oportunidad de aprovechar precios más altos si el mercado se dispara. Las primas hoy pueden parecer caras dado el tiempo que aún resta para la cosecha, pero si se recupera volatilidad ya sea por China o por el clima, las mismas se revalorizan y desde ese momento la herramienta nos beneficia.
Autor: Daniela Reale; Analista de Mercados en BLD S.A.