¿Qué hay de verdad y que hay de mentira en todo lo que se está hablando en estos días del fenómeno James Rodríguez en su llegada al Real Madrid? ¿Es posible que sean ciertas esas cifras que por todos lados, en cualquier medio de comunicación que miremos o la información que nos llega a través de las redes sociales acerca de sus ventas de camisetas? ¿Qué se esconde detrás del James Rodríguez no ya cómo jugador sino como producto de marketing?
La locura que se ha desatado con la llegada de James Rodríguez al conjunto blanco parece no tener límites. Cifras aparentemente asombrosas, récords mediáticos desde cualquier punto de vista que se trate de analizar y la imagen del jugador en cualquier medio de comunicación, especialmente deportivo, que se pretenda ojear durante estos días están presentes en el día a día no sólo en España, sino también al otro lado del Atlántico, en el país natal de James Rodríguez, Colombia. Más sin embargo, cabe preguntarse una simple cuestión ¿es todo “tan natural”?
Esta fuerza con la que llega al conjunto blanco un jugador que hace apenas unos meses era poco menos que un desconocido en España, enrolado en las filas del Mónaco francés, no es para nada casual. Vamos a analizar una serie de elementos claves en todo este organigrama que darán sentido y explicación a todo lo que se está viviendo estos días respecto al fenómeno James Rodríguez como producto mediático y cómo parece responder todo a una orquestada y estudiada planificación para desatar la Jamesmanía en el mundo.
1.- Un representante mediático y el “manager” de Julio Iglesias
La llegada de James Rodríguez al conjunto blanco ha sido posible gracias a la intermediación del sempiterno Jorge Mendes y su compañía Gestifute, lo que convierten al colombiano en uno más de los jugadores que recalan finalmente en el club madridista gracias a las negociaciones con el superagente FIFA. Mendes es un hombre de negocios y sabe que hay mucho más del simple plano deportivo en un jugador. Incluso se ha tratado de hacer en alguna ocasión con algún club de fútbol con la mera intención de servir de plataforma de lanzamiento comercial para jugadores, mediatizarlos en el mismo y poder sacar mayor rendimiento a sus operaciones de traspasos.
A esto le añadimos que el colombiano está asesorado por uno de los gurús del marketing y la representación de artistas en Colombia: el archiconocido Fernán Martínez, que fue en su día manager de artistas como Juanes o Julio Iglesias y que tiene un entramado de representación que asesoró, a través de su hijo, a la actriz Sofía Vergara antes de su salto a Hollywood o que logró llevar a Paul McCartney a Colombia en 2012.
2.- Derechos de Imagen en el Real Madrid
El fichaje de James Rodríguez por el club presidido por Florentino Pérez era más que evidente que iba a tener que amoldarse a las condiciones contractuales exigidas por el presidente a sus nuevos jugadores: un porcentaje alto de sus derechos de imagen reportarían directamente a las arcas del club, lo que traducido viene a decir que cuantos más contratos comerciales fuera capaz de generar el jugador a nivel individual, mayores ingresos llegarían a las arcas del club madridista. En las oficinas del presidente querían evitar por todos los medios que su fichaje estrella de la presente temporada siguiera los derroteros que Gareth Bale comercialmente hablando, el fichaje más caro en la historia del club blanco llegado la pasada temporada pero que ya en las primeras semanas se vio que no podría llegar a autofinanciarse con lo que generara por mercadotecnia.
El caso de James Rodríguez es diferente. Tiene potencial para ello. Y en el Madrid lo saben. Y confían que todo el proceso puesto en marcha para la activación de la Jamesmanía de como resultado un importante incremento en el portfolio de firmas asociadas hasta ahora al colombiano (no más de 6 marcas) que reporte una cifra anual al jugador de unos 10 millones de euros, de los cuales, un importante pellizco irían a la tesorería del Real Madrid.
3.- A vueltas con la camiseta
Pero era más que evidente que para que la Jamesmanía se desatase, tenía que tener un pistoletazo de salida. Se debía encontrar un incentivo lo suficientemente importante que llenara todo el planeta fútbol de la misma. Y se encontró en las camisetas. Desde las oficinas del club blanco, el día de su presentación, se filtraba que se habían llegado a vender casi 1.000 camisetas en una hora, todo un auténtico logro. 48 horas después, es decir, durante el día de ayer, cualquier medio de comunicación hablaba que la cifra se había disparado hasta las casi 350.000 camisetas vendidas o demandadas del jugador (casi 7.300 a la hora en todo el mundo), donde España y Colombia llevarían la voz cantante.
A partir de aquí, consideraciones e interpretaciones de los medios, la mayoría no especializados en el tema, al respecto. Multiplicando el número de camisetas por su precio, unos 100 euros, daba como resultado que el Real Madrid, sólo con la venta de las camisetas, ya habría amortizado casi 35 millones de euros del fichaje. Y nada más lejos de la realidad. De esos 35 millones de euros, el club madridista (uno de los mejor pagados en este sentido) recibe alrededor del 30-40% (entre 10 y 15 millones de euros aproximadamente). El resto va para adidas, tiendas oficiales y distribuidores. Pero es que, de ser ciertas dichas cifras, en apenas 48 horas el colombiano habría vendido él solito el 25% de todas las camisetas que vendió el Real Madrid (1.400.000) el año pasado. ¡¡¡Eso sí que es un auténtico récord!!! Evidentemente, la cifra del 1.000.000 de camisetas que vende Cristiano Ronaldo anualmente quedaría en prácticamente ridícula de seguir la tendencia y a finales de este año las camisetas vendidas por el club merengue se dispararían por encima de los 2.000.000 de unidades.
4.- El plan en marcha
Dejando a un lado la polémica sobre la veracidad de las mismas, nos encontramos que, llegados a este punto, es la situación en la que querían estar todos los participantes en el proceso: la Jamesmanía se había desatado y todo ello, en su conjunto, iría en beneficio comercial tanto del jugador, de sus representantes y asesores y del Real Madrid.
Esta Jamesmanía provocará más Jamesmanía. Es decir, esas escasas firmas que configuran el portfolio del jugador se incrementarán exponencialmente gracias, entre otras cosas, a hechos como el que hoy, apenas unos días después de su presentación en el Real Madrid ante casi 50.000 personas del colombiano, no se hable de otra cosa que de James Rodríguez. Las marcas llamarán a las puertas del futbolista para tratar de asociar su imagen al jugador, lo que a su vez retroalimentará la Jamesmanía, que a su vez, disparará la venta de camisetas.
James Rodríguez es un importante jugador de fútbol que se ha convertido en un producto, un producto que está siendo minucionsamente explotado a través de un exhaustivo plan de marketing que, hasta ahora, con cifras reales (o a lo mejor no tanto), está dando sus resultados: se ha desatado la Jamesmanía.