En momentos de gran incertidumbre se abren oportunidades de negocios; comprar tierras productivas se presenta como una buena inversión en tiempos de precios dolarizados a la baja.
José Cardín, referente en la comercialización de campos asegura que comprar campos tanto agrícolas como ganaderos no solo es una operación para resguardar valor en tiempos complicados sino que además son un negocio rentable: “para el que tiene dólares guardados se abre una buena oportunidad de cerrar operaciones con precios a la baja. En la zona núcleo, por ejemplo, la hectárea que cotizaba en 22.000 hoy se consigue a 15.000 dólares”, asegura el especialista.
Con una actividad en baja, según la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales, la tierra se presenta como un negocio atractivo: “no aumentó su valor, por el contrario retrocedió, y la devaluación mejoró su rentabilidad”, afirmó.
“La clave a la hora de elegir tierra es contar con asesoramiento profesional, no es lo mismo comprar un campo para transformarlo en un barrio de viviendas que comprar tierra para hacerla producir”, advierte Cadín, tentando a inversores incluso a los que vienen de otras ramas productivas. “Recibimos consultas de gente de campo como también del sector industrial que tiene un excedente y lo quiere invertir. Santa Fe es una provincia que puede ofrecer gran variedad de precios con tierras que van desde 300 a 15.000 dólares la hectárea”.
A la hora de recomendar, el hombre oriundo de la ciudad de Santa Fe sugiere entrar en el negocio con tierras ganaderas: “Se están abriendo nuevos mercados para la carne, por caso China. Estamos recibiendo muchas consultas de productores que le ven futuro al negocio ganadero”.
Finalizando, el especialista en negocios inmobiliarios rurales disparó contra la Ley de Tierras, “Lamentablemente la Ley de Tierras restringe la inversión, agravada aún más en nuestra provincia. Han legislado con total desconocimiento, ofrecimos asesoramiento profesional de nuestra cámara, pero fue totalmente ignorado por nuestros legisladores”