La provincia y principalmente el Área Metropolitana del Gran Rosario, suma competitividad a partir de un jugador privado de magnitud. Se trata del Parque Industrial San Lorenzo (PI), un gigante de 1 millón de metros cuadrados, que será la nueva casa de pymes santafecinas urgidas por su reubicación y otras tantas de vecinas provincias, que hasta el momento, no tenían a Santa Fe entre sus planes.
Se comercializa en pesos y en cuotas con una mínima entrega y posesión en septiembre del 2015. Con valores 40% por debajo de lo que hoy se encuentra en el mercado, el metro cuadrado se ubica en $480 y a partir de allí varía de acuerdo a su ubicación y tamaño del lote.
La presentación oficial del PI San Lorenzo será el próximo jueves 24 de julio, en la homóloga ciudad.
Con la presencia del Intendente de la ciudad, Dr Leonardo Raimundo y el Ministro de la Producción de la Provincia, Carlos Fascendini, quienes dieron fuerte respaldo a un emprendimiento 100% privado, se llevará a cabo la ceremonia que convoca a un gran número de empresas interesadas en su reubicación, así como a una importante diversidad de proveedores de servicios que estarán comprometidos con el funcionamiento del mega emprendimiento en el que trabajarán alrededor de 5000 personas en los próximos años.
Ubicado en el área delimitada por la Autopista Rosario-Santa Fe, la intersección de la Ruta Provincial Nº10, las vías del Ferrocarril Mitre (hoy Nuevo Central Argentino) y el Arroyo San Lorenzo, el parque se levanta, como señalan sus desarrolladores, en “el lugar indicado”.
Su presidente, Sebastián Alesio, asegura que no solo traerá la relocalización de industrias santafecinas, hoy “atrapadas” dentro de cascos urbanos, sino que además seducirá a nuevas empresas, actualmente radicadas en otras provincias menos atractivas desde lo logístico.
Será un polo de una alta demanda de servicios, otro factor que potenciará el crecimiento de la región.
En relación a las ventajas de un parque industrial, “no solo pasan por la provisión de todos los servicios esenciales y complementarios”, señala Alesio. “Las empresas instaladas acceden a tarifas preferenciales de servicios y la reducción de los costos por generación de economías de aglomeración, a partir de la compra conjunta de insumos y materias primas, las relaciones de compra-venta entre las firmas, y la posibilidad de radicación próxima de proveedores y subcontratistas, logrando ahorro en transporte y logística”.
Por Fabiana Suárez