Volvo tiene la tecnología para evitar el accidente pero en Argentina no está implementada

A la búsqueda de abaratar costos, tecnologías ya desarrolladas no se implementan en el país.

 El portal especializado Autoblog desarrolló una interesante hipótesis sobre el accidente del ex gobernador de Córdoba, Juan Manuel De la Sota, al bordo de su camioneta Volvo.

Contrariamente a los que asegura la prensa cordobesa, el tipo de choque sufrido por De la Sota no hubiera sido fatal si las tecnologías que Volvo, entre otras automotrices ya cuenta, se pudiesen implementar en Argentina.

Según el portal, “el choque se produjo por la diferencia de velocidad a la que se desplazaban el camión Mercedes-Benz y la camioneta Volvo. La XC60 se incrustó bajo la parte trasera del remolque del camión: toda la parte frontal de vehículo de De la Sota resultó aplastada y destrozada, al ceder el paragolpes trasero del remolque.

La prensa cordobesa se apuró anoche a informar que “no hay seguridad que alcance en un choque contra un camión”. A la espera de los resultados oficiales de las pericias, Autoblogconsidera que esa afirmación -en principio- es falsa. Las tecnologías para evitar un accidente como el que protagonizó De la Sota ya existen. Sólo hay que implementarlas”.

 

El medio asegiura que “La Volvo XC60 pertenece a la primera generación de las SUVs de Volvo para el Segmento D (mediano). Cuando se lanzó a la venta por primera vez, en 2009, fue sometida a las pruebas de choque del organismo independiente EuroNCAP. Obtuvo la calificación máxima de cinco estrellas, pero ese crash test destacó sobre todo la seguridad pasiva del vehículo.

La seguridad pasiva, es el conjunto de tecnologías (como airbags y cinturones de seguridad) y estructuras (como zonas reformables y refuerzos en la cabina) que fueron diseñados para reducir los daños provocados por un choque. Es decir, actúan cuando se produce el impacto. La XC60 de primera generación tuvo un muy buen desempeño estructural en choques contra objetos fijos hasta una velocidad de 65 km/h. Las primeras pericias indican que la diferencia de velocidad entre el auto de De la Sota y el camión era superior a ese valor. La seguridad pasiva protege a los ocupantes ante un accidente hasta determinada velocidad. Por lógica de la física, a velocidades superiores, la estructura del auto pierde capacidad de protección ante un impacto de mayor magnitud.

La Seguridad activa es el conjunto de tecnologías (control de estabilidad, control de tracción, radares de alerta) diseñadas para prevenir, eludir o evitar un choque. Actúa antes de que se produzca el impacto. La XC60 primera generación contaba con el sistema City Safety 2, que activa los frenos de manera automática al detectar el riesgo de un impacto, en esa versión “2” sólo funcionaba por debajo de los 50 km/h. Todo indica que el choque de anoche fue a una velocidad muy superior.

Volvo recién lo implementó en la segunda generación de la XC60. No se equipaba en el vehículo de De la Sota. Es un dispositivo que activa de manera automática los frenos del vehículo al detectar un posible choque hasta una velocidad de 150 km/h. No siempre logra evitar el impacto, pero reduce los daños al disminuir la velocidad antes del contacto.

Volvo recién lo implementó en la segunda generación de la XC60. No se equipaba en el vehículo de De la Sota. Es un radar que advierte al conductor (por medio de alertas de luces y alarmas) que se está acercando demasiado a un vehículo u objeto que lo precede. Se activa cuando el vehículo u objeto están detenidos. Pero también cuando se desplazan a una velocidad menor que el Volvo. Es decir: es un alarma que alerta sobre el posible riesgo de un choque por diferencia de velocidad. Es lo que ocurrió anoche.

Volvo recién lo implementó en la Argentina con la segunda generación de la XC60. No se equipaba en el vehículo de De la Sota. El sistema “Driver Alert” es un software que analiza distintas variables del vehículo, como dirección y acelerador. También cuenta con una cámara enfocada hacia el conductor, que analiza los movimientos de su cabeza, sus ojos y sus manos. En base a estos datos, el software puede detectar cuando el conductor muestra signos de cansancio, realiza maniobras torpes o brinda señales de falta de atención. Incluso, en combinación con el GPS, puede sugerir un lugar de parada para descansar y tomar un café (con el ícono de una taza humeante). Las personas cercanas a José Manuel de la Sota declararon anoche que lo habían visto cansado antes de que saliera a la ruta.

Los paragolpes de los remolques de camiones que circulan en la Argentina utilizan un diseño que está en desuso en los países más avanzados. Los anclajes de la barrera trasera están ubicados hacia el centro del remolque, en lugar de encontrarse a los costados. Esto plantea una debilidad: ante un choque posterior, el vehículo que lo impacto tenderá a quebrar el paragolpes y hundirse bajo el remolque: la cabina del vehículo se aplastará.

Las tecnologías para evitar muchos de los accidentes fatales que se producen en la Argentina ya existen, sólo hay que implementarlas. Muchas veces son tecnologías costosas y las automotrices locales, en el afán de aumentar sus ganancias, realizan lobbies para postergarlas. El caso más reciente ocurrió en diciembre del año pasado, cuando once automotrices asociadas presionaron al Gobierno para prorrogar el control de estabilidad (ESP) obligatorio en los nuevos modelos lanzados a la venta. El Gobierno cedió ante ese lobby, premiando a las automotrices y castigando a los consumidores. El ESP es el dispositivo básico: la Tecnología Madre para poder implementar otros sistemas de seguridad en los vehículos, como el frenado autónomo de emergencia. Mientras siga sin ser obligatorio, las nuevas tecnologías de seguridad sólo serán rareza disponible en pocos vehículos en la Argentina.

Comentarios