La guerra de las solicitadas entre los holdouts y el gobierno argentino entró en un nuevo capítulo: una nueva comunicación de los “fondos buitre” titulada “¿Estará la Argentina sentando las bases de un default?”, canalizada a través de la American Task Force Argentina, insta al país a negociar y advierte detalladamente sobre los daños de entrar en cesación de pagos.
La publicación realizada en los principales diarios nacionales, cita estimaciones realizadas por el economista Claudio Loser, ex directivo argentino del FMI.
En dialogo con Marcelo Fernández por Fisherton CNN, el Dr Loser fue contundente a la hora de especificar las consecuencias inmediatas y a mayor plazo que tendría la argentina en caso de no acordar con los holdouts.
“Argentina quedaría fuera de los mercados financieros internacionales, con un aumento de costos muy altos. El gobierno está obsesionado respecto a los pagos de intereses o el pago a los holdouts, pero el costo de no tener un acuerdo generará gastos de entre 6000 y 7000 millones de dólares más al año en intereses, que en una situación que se arregla”, sentenció Loser, asegurando que el impacto sería tan fuerte que equivaldría al 1% del producto de la economía nacional.
El economista advierte que el otro gran impacto es la incertidumbre, con consecuencias en el corto plazo sobre la inflación, el dólar blue y el empleo.
El segundo impacto advertido en el tiempo sería la inversión extranjera. Al respecto el profesional explicó: “Salvo inversores muy especiales no vendrán capitales para entrar en Vaca Muerta”.
Finalmente, Loser se refirió a la estrategia del país frente a los fondos: “Argentina no tiene una estrategia de negociación. Solo veo una interna, en su relación con los propios argentinos. Esa estrategia parece que funciona bien. Muchos dicen: que bien que se mantiene firme el honor del país. Pero ese cortoplacismo no mira las consecuencias”.
El economista, que actualmente reside en los Estados Unidos reflejó además la opinión de la prensa norteamericana: “En Estados Unidos dicen que no hay estrategia clara por parte del gobierno sino improvisación”.
Por Fabiana Suárez