La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), expresó preocupación por los “perjuicios que ocasionará la medida oficial”, ya que “la harina y aceite de soja son dos de los principales productos destinados al comercio internacional del país”.
Como posibles efectos negativos, desde CIARA prevén “la caída de transacciones del principal sector exportador de la Argentina, lo que afectaría la recaudación fiscal que se ha proyectado; así como la menor capacidad de compra de la agroindustria, estimulando indirectamente la primarización de la agroexportación al exportarse con menos valor agregado”.
Por este motivo, Javier Idígoras, presidente de CIARA, afirmó que la medida va a tener un impacto negativo en el sector, “porque puede agravar la capacidad ociosa de la industria, que ya se encuentra en un 40% producto de la sequía”. Por otro lado, “la medida paraliza las nuevas inversiones del sector agroindustrial y podría derivar en el cierre de plantas industriales, lo que perjudicaría especialmente a los productores y se perdería empleo”.
Por último, Idígoras expresó que si bien desde CIARA entienden la necesidad de normalizar la economía del país, “la capacidad exportadora de Argentina no debería ser afectada”.
