“Nosotros podemos ser protagonistas en esta transición energética de un mundo que se mueve de energías fósiles a energías renovables”. Así lo afirmó en el Precoloquio de IDEA Centro, que se realizó el miércoles en Rosario, el CEO de Shell para Argentina, Teófilo Lacroze, quien disertó en el panel “El agro y la transición energética”, junto a Mariano Bosch, CEO de Adecoagro, Federico Pucciarello, sociofundador de Rosario Bioenergy.
Para para cumplir con esa meta, el empresario enumeró cuatro desafíos clave que Argentina debería encarar.
1. Marco regulatorio estable: “Es clave, ya que el que actualmente rige recién está empezando a consolidarse y estos son negocios que se plantean a 40 años”, indicó.
2. Libre mercado: “Tenemos que plantearnos soluciones energéticas comepetitivas”, subrayó.
3. Minimizar los tiempos no productivos: “Todavía en Argentina, por diversas razones, perdemos unos 30 días hábiles por año en la producción de energía. Lo más representativo de eso son los bloqueos, que impiten el acceso a los yacimientos”, lamentó.
4. Infraestrcutura: “Si no tenemos cómo llevar esa energía a los grandes centros consumidores, nos vamos a quedar con la energía en el lugar equivocado y eso no tiene valor”, aseguró.
“En la medida en que podamos resolver estos desafíos, la Argentina tiene un gran papel para proveer de soluciones energéticas más limpias al mundo por las próximas décadas”, sostuvo Lacroze, quien agregó que “el mundo necesita el doble de energía de la que se puede proveer hoy y las energías que mayor participación adquieren son las renovables”.
“Hoy, un pozo promedio en Vaca Muerta no convencional produce más que cualquier otro pozo de no convencionales del mundo, incluyendo EE.UU. y Canadá. Es verdad que es más caro y que nuestra economía es más inestable, pero tenemos condiciones muy favorables para desarrollar esa energía”, enfatizó el CEO de Shell.
El empresario señaló que en general, una concesión en Vaca Muerta corresponde a cinco años de etapa piloto y 30 de desarrollo. En ese sentido, manifestó que “preocupa la coyuntura, pero lo que más nos preocupa es el plan estratégico a largo plazo”, porque “cuando vemos los resultados que estamos teniendo en la etapa piloto, vemos que podemos producir en Vaca Muerta gas y petróleo a precios competitivos mundiales”.
“Hoy estamos invirtiendo 300 millones de dólares por año en Argentina, y si miramos hacia adelante, esa inversión va a seguir creciendo porque creemos en el futuro energético y porque Argentina es un país clave para proveer esa energía al mundo”, destacó Lacroze, quien adelantó que para mediados de 2019 tendrían en plena utilización la planta de separación de gas y petróleo, que posee capacidad para 12.000 barriles día y demandó una inversión de 100 millones de dólares.
REDACCIÓN ON24