El gobierno nacional anunció que interrumpirá por seis meses el programa de reducción de retenciones a las exportaciones para aceites, medida fiscal que despertó preocupación en la Bolsa de Comercio de Rosario, por los “graves efectos” que provocará su implementación en la cadena de comercialización de la oleaginosa.
En un comunicado, la entidad local explicó que las exportaciones de aceites y harinas proteicas representan, aproximadamente, un tercio del total de las ventas al exterior argentinas, por lo que sostuvo que esta disposición del gobierno nacional “no hará más que agravar el déficit comercial y limitar la principal fuente de obtención de divisas, potenciando la vulnerabilidad de la macroeconomía argentina”.
“Un incremento relativo de las retenciones a aceite y harina de soja provocará un aumento de costos –o disminución de ingresos– a la industria aceitera, presionando a la baja los precios que podrá abonar por la compra de materia prima para procesar y, por lo tanto, el precio doméstico de la soja”, advirtió la Bolsa. “Con el anuncio hecho, el precio de la soja para mayo de 2019 (FAS teórico) estaría en U$S 272, es decir 11 dólares menos que con el esquema vigente”, subrayó.
Además, la instiutción rosarina explicó que la mejora parcial de la competitividad interna de la exportación directa de poroto respecto de la compra como materia prima para su procesamiento implicará “un golpe importante para el agregado de valor nacional, lo que supone una primarización de nuestra economía y una mayor dependencia de unos pocos destinos de nuestras exportaciones”.
En ese sentido, la Bolsa de Comercio manifestó que espera que “se trate de una medida transitoria” y que, una vez cumplido el plazo establecido para su aplicación, “consideramos conveniente retomar el esquema diferencial para evitar mayores consecuencias en la agroindustria”.
El esquema al que hace referencia el comunicado se expresa en que mientras los aceites y las harinas proteicas pagan un 23% de derechos de exportación, el grano paga un 26%. Desde la BCR explicaron que este diferencial arancelario de tres puntos porcentuales en favor de la exportación de productos derivados se debe al escalonamiento arancelario que aplican los países importadores de soja y derivados, en favor de su industria nacional. Por ejemplo, señalaron, “China aplica un arancel de importación de un 5,5% más alto para la importación de subproductos que de poroto”.