POR ALEJANDRO BONGIOVANNI
@alejobongio
La provincia de Mendoza avanzó en estos días en un proyecto integral de transporte urbano que abre la puerta a la regulación de plataformas como Uber. Así, luego de una votación casi unánime (solo la Izquierda se opuso) la ciudad cuyana se convirtió en una de las primeras ciudades del mundo que regula las plataformas privadas de transporte antes de que éstas desembarquen en el territorio.
Por su parte, la Ciudad de Buenos Aires, está viviendo una batalla campal entre los miles de usuarios y choferes de Uber que aumentan a diario y los taxistas especializados en marcar autos y uberistas con el fin de agredirlos. La semana pasada fue, por primera vez, procesado un caza-uber por lesiones, daños y amenazas. Sin embargo, ayer otro auto fue marcado como perteneciente a un chofer que usa la plataforma y posteriormente prendido fuego. La situación requiere que la normativa de la bienvenida a la innovación y deje de regirse por cánones obsoletos y prácticas mafiosas. En CABA existía un proyecto de ley para abrir las puertas a las plataformas de transporte privado, de autoría de Hernán Rossi (Suma+) y recientemente se sumó una iniciativa popular de Yamil Santoro (Mejorar).
En la ciudad misionera de Posadas también se presentó un proyecto con miras a proteger a los usuarios y consumidores permitiendo la incorporación de plataformas tecnológicas. En Córdoba se está abordando la cuestión regulatoria de las plataformas de transporte con miras a proveer un marco integrados de todas las opciones disponibles y en Neuquén en Secretario de Modernización abrió el debate sobre tecnología y transporte.
Parece que lenta pero sostenidamente, la idea del transporte privado integrado por plataformas digitales va cobrando fuerza gracias a la conveniencia que representa para los usuarios. Uber cuenta con más de 3 millones de descargas de usuarios y decenas de miles personas anotadas en todo el país para manejar.
¿Qué pasa en Rosario?
La empresa le ha dicho a este medio que en Rosario actualmente son más de 8 mil las personas anotadas para manejar y más de 60 mil los usuarios para ser transportados. De estos, muchos ya han probado la aplicación en Argentina o alguna de las 600 ciudades en las que opera Uber alrededor del mundo.
Además, Uber señala que sus encuestas muestran que el 62% de los santafesinos conocen la aplicación ya sea por haberla utilizado en CABA o en el exterior. Según esta encuesta, el 33% de los santafesinos respondió que creían que la plataforma podía ayudar a su ciudad proveyendo una opción de movilidad alternativa; mientras que el 28% considera que Uber puede ayudar generando oportunidades económicas flexibles. Además, el 84% de los santafesinos encuestados respondieron que están dispuestos a compartir un viaje con otros usuarios en la modalidad de carpooling para abaratar los costos del mismo, señaló la empresa.
¿Logrará Uber en Rosario vencer la resistencia de los intereses económicos y políticos del gremio de los taxistas? La empresa parece avanzar sin prisa pero sin pausa en busca de lograr un marco regulatorio que le permita operar legalmente, como ha logrado hacer en Montevideo, Washington, México DF o San Pablo, entre otras ciudades del mundo donde conviven uberistas y taxistas.
Mientras tanto, la polémica está en la mesa. La concejal radical María Eugenia Schmuck dijo que “sería interesante analizar la posibilidad de incorporar los aspectos diferenciales que plantean este tipo de aplicaciones” e inmediatamente fue cruzada por José Iantosca, referente de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario, quien la acusó nada más y nada menos que de trabajar ” para destruir al país y destruir al laburante de la ciudad de Rosario”. No son pocos los concejales que ven con buenos ojos la adaptación del transporte a los tiempos que corren, pero todavía es temible la fuerza de un grupo de presión que amenaza con “tomar la calle” si sus intereses no se imponen finalmente. Como anécdota, Fundación Libertad organizó el año pasado una jornada sobre economía colaborativa y cómo la tecnología estaba cambiando la forma de hacer negocios (bancos, hotelería, transporte, ventas, etc). El evento se vio interrumpido por un piquete de taxistas enojados porque el CEO de Uber estaba explicando su negocio.
¿Quién ganará esta pulseada? En el corto plazo, nadie sabe. Pero en el mediano y plazo es impensado que sigamos atados a situaciones tan atrasadas como la existencia de “dueños” de las paradas, “patrones” de taxis, el pago sólo con efectivo, los “paseos” a los distraídos, el no poder hacer carpooling, etc. Seguirán existiendo los taxis como siguen existiendo los cines (a pesar de Netflix), las disquerías (a pesar de Spotify) y las tiendas (a pesar de MercadoLibre), pero no tendrán el mismo volumen ni las mismas ganancias que permite el mercado cautivo de las chapas de taxi. Los usuarios se terminarán imponiendo, porque todos queremos viajar mejor y más barato, sea con Uber, Lyft, Cabify, Car2Go o las plataformas que se desarrollen en el futuro.
REDACCIÓN ON24